Borrell: «Es cuestión de días» que la UE abra oficina en Afganistán
EFE
El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, consideró hoy que “está al caer” que la UE abra una oficina en Kabul para ayudar a gestionar la ayuda humanitaria a los afganos tras la vuelta al poder de los talibanes en Afganistán a mediados de agosto.
«Es cuestión de días, o sea, que debe estar al caer”, aseguró Borrell a un grupo de medios españoles, entre ellos Efe, sobre la “antena” que la UE espera abrir en la capital afgana.
El jefe de la diplomacia comunitaria explicó que “no se ha abierto todavía por razones de seguridad”, pero confió en “tener en cuestión de días una antena, es decir, dos personas desplazadas a Kabul”.
Igualmente, apuntó que la UE va a enviar a un observador a la gran conferencia que se va a celebrar en Kabul organizada por la asociación de países islámicos.
“Creo que tenemos que conocer mejor lo que pasa allí”, comentó Borrell, quien recordó que la Comisión Europea propuso en octubre un paquete de apoyo a los afganos, más allá de la ayuda humanitaria, por valor de alrededor de 1.000 millones de euros a fin de atender sus necesidades más urgentes dentro del país y en los Estados vecinos a los que se han desplazado.
“Siendo grave la situación humanitaria, de momento no se ha producido esa estampida migratoria, sino que más bien lo que se produce es un reflujo de gente volviendo a las zonas donde ya por lo menos no hay combates”, explicó Borrell.
Alertó en cualquier caso de que la situación del suministro de bienes que permitan la supervivencia en Afganistán “está muy mal” y que situación humanitaria allí es “muy, muy grave” y “las cifras que se dan del número de niños que pueden morir este invierno son espeluznantes”.
En cambio, destacó que “el país está tranquilo” y que “no hay oposición armada” ni “tampoco se ve la actividad represiva por parte de los talibanes que esperábamos”.
Aunque la UE ha potenciado su ayuda humanitaria urgente a los afganos, la cooperación al desarrollo canalizada a través de las autoridades del país, en cambio, permanece congelada mientras los talibanes no cumplan con cinco condiciones marcadas por la UE.
Éstas son que el país no sirva de base al terrorismo, que se respeten los derechos humanos, que el gobierno sea inclusivo y representativo, que haya un libre acceso a la ayuda humanitaria y que se permita la salida de los afganos en riesgo.