Borrell alerta que la identidad extrema es «una palabra asesina»
EFE / Foto referencial
El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, reivindicó este jueves su triple identidad, catalana, española y europea, y alertó de que la identidad llevada al extremo es «una palabra asesina».
Borrell lanzó esa advertencia en su intervención en el Foro La Toja-Vínculo Atlántico en la localidad española de O Grove, tras recibir de manos del rey de España, Felipe VI, el premio anual que concede este evento en reconocimiento a su trayectoria y por su labor en el seno de la Comisión Europea.
El jefe de la diplomacia europea se refirió a su labor, que está a punto de finalizar, para asegurar que dedicó a ella toda su capacidad física e intelectual, pero dudó de haber aprobado teniendo en cuenta los resultados, porque están muy lejos de los que habría deseado.
«Este puesto es una enorme lección de humildad, porque constatas cuán difíciles son de resolver los problemas graves que aquejan a la humanidad y cómo muchos de ellos aparentemente no tienen solución, y porque ves cuánta inteligencia y esfuerzo se estrellan contra la estupidez humana», añadió.
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A su juicio, hace falta una acción pública y voluntad colectiva expresada a través de la acción política para intentar resolver problemas en los que «el reloj ha rebasado los límites críticos para su solución».
Además, consideró que los europeos tiene que abandonar su «tendencia natural» a adoctrinar a los otros, aunque deben estar orgullos de vivir en una sociedad que combina tres valores: libertad política, progreso económico y cohesión social.
Borrell destacó igualmente la necesidad de no llevar al extremo los sentimientos de identidad.
«Cuidado con la palabra identidad. Llevada al extremo es una palabra asesina», advirtió, para añadir que la identidad ha servido de bandera de enganche de muchos de los «torrentes de sangre que han inundado la humanidad».
Cada persona tiene su identidad, pero sería bueno que tuviera varias y que no fueran contrapuestas, apuntó.
Así, subrayó que él es catalán y que Cataluña tiene su identidad y su singularidad.
Pero también es español y no ve contradicción ninguna en ser ambas cosas, como tampoco la ve en sentirse además europeo.
A su juicio, hay todavía demasiada propensión a cuidar el interés nacional olvidando el colectivo y eso no va en beneficio de una Europa que cree demasiado pequeña para sobrevivir en el mundo si no refuerza su unidad.
Borrell pidió también a los europeos que entiendan que el mundo de hoy es violento, duro, en el que hay quien está dispuesto a utilizar la fuerza para resolver problemas y que «si no estás en la mesa, acabas estando en el menú».
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