Borrell afirma que plan de paz no tendrá éxito sin apoyo de los palestinos
EFE
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, aseguró hoy en Jordania que ningún plan de paz puede tener éxito si no es aceptado por palestinos e israelíes, después de que todas las facciones palestinas, así como buena parte de los países árabes, rechazaran la última propuesta de la Casa Blanca.
Borrell se reunió en Ammán con el ministro de Exteriores de Jordania, Ayman Safadi, que ha defendido la postura crítica de su país frente al plan de paz que presentó esta semana el presidente estadounidense, Donald Trump.
«Sin un acuerdo entre las partes, no hay posibilidad de éxito para cualquier plan de paz», afirmó el enviado de la Unión Europea, según un comunicado de Exteriores jordano.
Asimismo, instó a las partes a volver a la mesa de negociaciones para buscar una «vía duradera para ir hacia adelante sobre las bases y los criterios aceptados universalmente».
Borrell hizo referencia a un «Estado palestino independiente y viable», sobre las fronteras de 1967, tal y como reconoce la comunidad internacional y la ONU, pero que el plan de Trump no tiene en cuenta.
Durante la visita, el jefe de la diplomacia compartió con las autoridades jordanas su apoyo a la solución de los dos Estados, uno palestino y otro israelí, «que vivan en paz y reconocimiento mutuo», afirmó.
También se reunió con el rey Abdalá II, quien destacó «la importancia del papel de la Unión Europea» respecto al conflicto palestino-israelí, según un comunicado de la Casa Real.
El plan de la Casa Blanca prevé la anexión por parte de Israel del valle del Jordán, que constituye alrededor del 30% del territorio de Cisjordania, además del reconocimiento de Jerusalén como capital israelí.
Mientras, la futura capital palestina se situaría en los suburbios de Jerusalén «al este y el norte» del muro israelí, que incluyen Kafr Aqab, la parte este de Shuafat y Abu Dis, barrios separados y deprimidos de la ciudad.
Además, establece que Israel debe encargarse de los lugares religiosos de Jerusalén, tanto judíos, como cristianos y musulmanes, arrebatando el papel de Jordania de custodio de los santos lugares del cristianismo y del islam en la parte oriental ocupada de la ciudad.