«No creo que haya mucho que decir sobre ese caso particular», declaró a los medios respecto a Owen Paterson, el exministro que infringió las normas parlamentarias promocionando entre cargos y agencias del Gobierno a dos empresas que le pagaban más de 100.000 euros anuales por sus servicios.
Paterson protesta su inocencia y terminó renunciando a su escaño en la Cámara de los Comunes cuando Johnson le retiró su respaldo inicial en respuesta a la furiosa reacción de la oposición política y los medios de comunicación, incluidos grupos habitualmente fieles al Ejecutivo conservador.
El líder laborista, Keir Starmer, urgió al jefe del Gobierno a «dar cuenta de sus errores, disculparse ante la nación y actuar para deshacer el daño que ha hecho».
La ocasión para la disculpa la presenta el debate de emergencia que está previsto de celebrarse en la Cámara de Los Comunes en torno a la doble cuestión de acceso ministerial a cambio de remuneraciones, cesión de títulos a los grandes donantes.
También está en entredicho la aparente falta de respeto de Johnson por las reglas oficiales y las decisiones de las autoridades británicas en ética ministerial y comportamiento parlamentario.
«Es cada vez más evidente que hay un problema de corrupción sistemática en el centro del Gobierno de Boris Johnson», denunció la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, en un encuentro con medios extranjeros, incluida la agencia Sputnik.
La dirigente nacionalista despreció como «clásica corrupción» la maniobra orquestada por el equipo del primer ministro la semana pasada, que pretendió salvar a su colega y aliado euroescéptico aprovechando la mayoría conservadora en los Comunes.
«Si este tipo de comportamiento sucediera en Rusia y muchos otros países del mundo, Boris Johnson lo hubiera denunciado como corrupción», dijo Sturgeon en la reunión audiovisual de la Asociación de Periodistas Extranjeros de Londres (FPA, en sus siglas en inglés).
La jefa del Gobierno y del Partido Nacional de Escocia condenó igualmente el percibido desprecio del mandatario conservador por las reglas y la verdad.
«Me parece que reina en su gobierno un completo desprecio por las normas, como si Johnson pensara que cumplir con las reglas compete a los demás, pero a él no», añadió Sturgeon.
Johnson se ausentará del debate debido a un «compromiso planeado hace tiempo» en el norte de Inglaterra, según justificó ante la cámara de televisión.
La oposición encajó la decisión como un signo de cobardía y otro gesto de desprecio por la ética democrática.
Por su parte, el presidente de la Cámara, Sir Lindsay Hoyle, explicó a Sky News la importancia del debate que los legisladores entablarán con urgencia este lunes 8, pese a la ausencia del primer ministro.
«Quiero asegurarme de que el público recobre la fe en los parlamentarios y la fe en la Cámara de los Comunes», dijo.
