Boris Johnson acusado de politizar el atentado en Londres con fines electorales
EFE
Los dos principales partidos británicos, conservador y laborista, se cruzaron este domingo reproches sobre las responsabilidades relacionadas con el atentado que dejó dos víctimas mortales y tres heridos el pasado viernes en Londres.
El presunto autor del atentado, Usmar Khan, de 28 años, había salido de prisión tras cumplir la mitad de una condena de 16 años por planear ataques yihadistas cuando acuchilló a diversas personas durante una conferencia sobre rehabilitación de reos organizada por la Universidad de Cambridge.
El primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, culpó a los gobiernos laboristas previos a 2010 de haber aprobado las leyes penitenciarias que permiten que presos condenados por delitos graves salgan en libertad «de forma automática» a mitad de condena y se comprometió a endurecer la legislación.
Johnson anunció que el Gobierno ha intensificado la vigilancia sobre 74 condenados por terrorismo que en los últimos años han quedado en libertad y avanzó que se revisará de nuevo su situación penitenciaria.
El líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, esgrimió por su parte que las políticas de austeridad de la última década y la privatización de una parte del sistema de prisiones ha erosionado la capacidad de las autoridades para controlar que se cumplen los requisitos de la libertad vigilada.
La policía informó hoy de que la mujer que murió en el ataque del viernes es Saskia Jones, antigua estudiante de la Universidad de Cambridge, de 23 años.
También perdió la vida Jack Merritt, de 25 años, coordinador del curso sobre reinserción del Instituto de Criminología de esa universidad al que había sido invitado Khan cuando inició su ataque.
De los tres heridos en el atentado, uno ha sido dado de alta, mientras que otros dos continúan ingresados en «condición estable», informaron las autoridades sanitarias.
CAMPAÑA ELECTORAL
El atentado en Londres interrumpió durante más de una jornada la campaña electoral para los comicios generales del próximo día 12 en el Reino Unido.
Los principales partidos reiniciaron este domingo por la tarde sus actos de campaña, que por el momento ha pasado a centrarse en las propuestas relacionadas con la seguridad, en lugar de en el «brexit», que había dominado hasta ahora el debate.
En un mítin en Yorkshire (norte de Inglaterra), Corbyn sostuvo que las intervenciones militares del Reino Unido en el extranjero han «exacerbado, más que resuelto», el problema del terrorismo.
«La amenaza terrorista no puede ni debe ser reducida a una cuestión de política exterior. Aún así, en demasiadas ocasiones las acciones de sucesivos gobiernos han echado gasolina, y no reducido, esa amenaza», declaró.
El ministro de Exteriores, el conservador Dominic Raab, criticó por su parte a Corbyn por haber afirmado que los terroristas «no necesariamente» deben cumplir íntegramente su sentencia, sino que depende de sus circunstancias individuales.
Los conservadores, recalcó Raab, quieren que los condenados por delitos graves relacionados con el terrorismos cumplan penas íntegras de al menos 14 años.
El liberaldemócrata Chuka Umunna, por su parte, reprochó a laboristas y conservadores que hayan «tratado de utilizar un incidente terrorista» para lograr ventajas electorales.
MEDIDAS DE SEGURIDAD
El ataque del pasado viernes ha incrementado aún más la vigilancia en las calles de la capital británica, que se prepara para acoger esta semana una cumbre de líderes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Johnson confirmó que espera reunirse durante ese encuentro con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, uno de los asistentes a la reunión.
Todavía con la alerta de seguridad por el último atentado en marcha, la policía metropolitana de Londres advirtió en Twitter durante la madrugada del domingo de una «fuerte explosión» en la zona norte de la capital, después de haber recibo diversos avisos por ese motivo.
Poco después, la policía aclaró que se trataba de una «explosión sónica» provocada por un caza de la Fuerza Aérea británica que sobrevolaba la ciudad.
La Real Fuerza Aérea (RAF) informó de que dos aviones de combate del escuadrón de respuesta rápida despegaron poco después de las cuatro de la madrugada para interceptar a una aeronave con la que se había perdido la comunicación, que más tarde fue restablecida.