Bomberos no controlan el fuego en California que ha arrasado 10.370 hectáreas
EFE
El fuerte incendio que se declaró el martes en EE.UU. en un área montañosa del condado de San Bernardino, a 115 kilómetros al noreste de Los Ángeles, continúa este miércoles fuera de control y creciendo a gran velocidad tras arrasar más de 10.370 hectáreas y provocar la evacuación de 82.600 personas.
Según los últimos datos ofrecidos hoy por los servicios de emergencia a través del portal oficial InciWeb, el fuego, cuyo foco se sitúa en el Puerto de Cajón, ha motivado el desalojo temporal de al menos 34.500 viviendas y el cierre de numerosas escuelas.
Las autoridades redujeron la extensión de superficie arrasada en unas 1.800 hectáreas respecto de los reportes entregados con anterioridad, cuando eran unas 12.000, después de realizar un trazado más preciso del área afectada.
Además, informaron que el 4 % del perímetro ya está bajo control.
La intensidad y el rápido crecimiento del fuego, denominado «Blue Cut Fire», mantiene clausurados varios tramos de las rutas de transporte más importantes de la zona afectada, entre ellas, la autopista 138 y la interestatal 15, que conecta el sur de California con Las Vegas.
Más de 1.300 agentes trabajan hoy en las labores de extinción de las llamas, que cuentan además con la asistencia de diez aviones cisterna y ocho helicópteros.
El condado de San Bernardino (California) permanece desde el martes en estado de emergencia y las autoridades admitieron que no es posible conocer todavía el número de estructuras y edificios que han sido destruidos por las llamas.
Las condiciones meteorológicas, junto a la severa sequía que arrastra desde hace años California, no están ayudando a los bomberos en su lucha contra el fuego, ya que continúa en la zona el tiempo cálido y seco, con muy poca humedad relativa y con rachas de vientos que pueden llegar hasta los 50 kilómetros por hora.
El fuego se declaró el martes por la mañana y se extendió con mucha facilidad por el terreno escarpado y los matorrales del lugar.
«Se alineó todo. El viento, el combustible y la topografía (…). Cuando eso sucede no hay nada que puedas hacer. Podrías usar todos los recursos de lucha antiincendio del mundo y el fuego continuaría», apuntó hoy el capitán Howard Deets en respuesta al diario «Los Ángeles Times».
«Da miedo cuando no tienes nada que separe a las llamas de ti y de tu casa, que es tu vida», dijo, por su parte, la residente en la zona Caroline McNaught a la radio pública NPR.
El fuego sorprendió también a los turistas que se encontraban en el área, como los españoles Josep Barberillo y Rosa Cañizares, que volvían del desierto de Mojave y que, en declaraciones a Los Ángeles Times, contaron que tuvieron que refugiarse en un centro de acogida de la ciudad de Hesperia.
Las autoridades mantienen desde el martes la advertencia de que existe «una amenaza inminente» para la seguridad pública, el tráfico ferroviario y las estructuras en el Puerto de Cajón, el arroyo Lytle, Wrightwood, Oak Hills y las zonas de alrededor.
El «Blue Cut Fire» se suma a una racha muy negativa de fuegos en diferentes partes de California a lo largo del año que han acabado con la vida de ocho personas y han destruido cientos de casas.
No obstante, Los Ángeles Times advirtió, citando a expertos, que lo peor puede estar por venir, ya que la temporada habitual de incendios en el sur de California no suele comenzar hasta el otoño, cuando llegan los fuertes y cálidos vientos de Santa Ana.
El jefe del Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California, Daniel Berlant, indicó hoy a través de Twitter que, en estos momentos, hay alrededor de 10.000 bomberos trabajando en los ocho incendios que hay activos en todo el estado.