Bolsonaro se arropa con médicos para insistir en la eficacia de la cloroquina
EFE
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, recibió este lunes a decenas de médicos e insistió en su convicción sobre la efectividad de la cloroquina contra la COVID-19, que ya causa en el país casi 115.000 muertos y 3,6 millones de contagios.
«A los débiles, cobardes y omisos, la historia no los recordará», dijo Bolsonaro en un acto celebrado en el palacio presidencial con representantes de grupos de médicos que promueven la utilización de la cloroquina y la hidroxicloroquina frente al coronavirus.
Esos medicamentos contra la malaria y el paludismo, entre otros males, han creado polémicas en la comunidad científica global, en la que muchos han advertido sobre efectos colaterales, sobre todo si se usan contra la COVID-19 en pacientes con problemas cardíacos.
Bolsonaro, líder de una emergente derecha brasileña, ha defendido la aplicación de esas medicinas cuando surjan los primeros síntomas de la enfermedad, como él mismo hizo cuando contrajo coronavirus, del que se recuperó en cuestión de veinte días.
El mandatario aseguró que cuando surgieron las primeras noticias sobre la pandemia comenzó a «estudiar» la situación y supo de que en Estados Unidos, Francia, la India y otros países se recomendaba la cloroquina, pese a las dudas que tenía la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según aseguró Bolsonaro, el problema de la cloroquina ha sido en realidad el debate «político» surgido en la comunidad científica en relación a su efectividad frente al coronavirus.
Amenaza a periodista
El presidente brasileño amenazó este domingo con agredir a un periodista luego de que el comunicador insistiera en preguntarle por un escándalo que salpicó a la primera dama, Michelle Bolsonaro.
«Las ganas que tengo son las de llenarte la boca con puñetazos», afirmó el líder ultraderechista en respuesta a un periodista del diario O Globo y en una declaración que fue escuchada por otros comunicadores que cubrían el encuentro que el gobernante tuvo con informales que trabajan frente a la catedral de Brasilia.
Al concluir la visita de cinco minutos a la catedral, el periodista le preguntó al mandatario por diferentes depósitos bancarios sospechosos que fueron hechos en los últimos años en la cuenta de la primera dama, a lo que Bolsonaro respondió recordando una denuncia según la cual los propietarios del diario O Globo recibían sobornos de un cambista.
Tras insistir en la pregunta, el líder ultraderechista, aunque sin mirar directamente al interlocutor, manifestó su deseo de agredir al periodista.