Bolsonaro dice que Brasil no será refugio de «canallas» en caso de paraguayos
EFE
El presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, aplaudió este martes la decisión de la Justicia de retirar el estatus de refugiados a tres activistas de izquierda paraguayos y señaló que su país no será refugio de «canallas disfrazados de presos políticos».
El mandatario brasileño, conocido por su constante oposición a las medidas adoptadas durante los mandatos del progresista Partido de los Trabajadores (PT), cuyo principal líder es el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, resaltó por las redes sociales la decisión de su ministro de Justicia, Sergio Moro, de retirarle el estatus de refugiado a los tres paraguayos solicitados por la Justicia de su país.
«El ministro Moro retiró el estatus de refugiado concedido por el Gobierno Lula (2003) a tres terroristas del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). Regresarán a su país y pagarán por sus crímenes», publicó Bolsonaro en su cuenta en Twitter.
El caso de los paraguayos fue comparado por el líder de la ultraderecha y capitán de la reserva del Ejército con el del exmilitante italiano de izquierdas Cesare Battisti, condenado a cadena perpetua por cuatro asesinatos en su país y cuya extradición fue frenada por Lula en 2009, en su último día de mandato.
La extradición de Battisti, quien fue capturado a comienzos de este año en Bolivia y devuelto a su país, solo fue firmada al final del Gobierno de Michel Temer, luego de que Bolsonaro, como presidente electo, se lo hubiera prometido al mandatario italiano, Sergio Mattarella.
Los paraguayos Juan Arrom, Anuncio Martí y Víctor Colmán solicitaron refugio en Brasil en 2003 tras denunciar que habían sido secuestrados y torturados por agentes policiales en Paraguay, antes de someterse a la Justicia en 2002 por el caso del secuestro de María Edith Bordón, un año antes.
Los tres militantes habían apelado a la decisión del Comité Nacional de Refugiados (Conare) de Brasil, que a mediados de junio, decidió cancelar el estatus de refugiados, pero el requerimiento fue rechazado por el ministro Moro quien al igual que el mandatario brasileño argumentó que Brasil no es «tierra sin ley».
«Brasil no será más refugio para extranjeros acusados o condenados por crímenes comunes (en este caso, extorsión mediante secuestro), sea Battisti, Arrom, Marti o de otros. La nueva postura es de cooperación internacional y respeto a los tratados. Aquí no es tierra sin ley», aseguró Moro tras confirmar la noticia a través de Twitter.
La decisión del Gobierno de Brasil fue celebrada por el presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, quien en su cuenta social dijo que «ya es tiempo de que vengan (los tres activistas) a rendir cuentas de sus actos ante la Justicia paraguaya».
Con la cancelación del estatus de refugiados, el paso a seguir es su extradición.
Arrom y Colmán habían denunciado a Paraguay ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) por supuestas torturas para que confesaran su participación en el secuestro de Bordón, esposa de un acaudalado empresario y liberada tras 64 días de cautiverio y el pago de un rescate.
Sin embargo, a primeros de junio la CorteIDH absolvió al Estado paraguayo de toda responsabilidad por falta de pruebas.
La investigación del secuestro de Bordón determinó la condena de varias personas, entre ellas Alcides Oviedo, supuesto líder de la guerrilla Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), a 18 años de cárcel.