Bolivia: Sanción de EE.UU. a Bandes no afecta a su filial Prodem
EFE
La sanción del Departamento de Tesoro de Estados Unidos al banco venezolano Bandes «no afecta» a su filial boliviana Prodem, según la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero de Bolivia.
Esta entidad tutelada por el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas boliviano destacó en un comunicado que el Banco Prodem «tiene concentrado el 99,5 % de sus actividades en Bolivia».
«No realiza operaciones de comercio exterior y el 84 % de su cartera está colocada en el sector microempresarial del país», subrayó la autoridad financiera de Bolivia.
El Banco Prodem y el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas reproducen en redes sociales el comunicado difundido por la autoridad de supervisión, sin añadir algún pronunciamiento específico sobre la sanción anunciada este viernes.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó al Banco Nacional de Desarrollo de Venezuela (Bandes), así como a sus filiales en Uruguay y Bolivia y a las entidades locales Banco de Venezuela y el Banco Bicentenario.
La decisión se adoptó «en respuesta al arresto ilegal» de Roberto Marrero, el jefe de despacho del líder opositor venezolano Juan Guaidó, quien se proclamó como presidente interino del país en enero y es respaldado por Estados Unidos y medio centenar de naciones.
La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, señaló que el presidente estadounidense, Donald Trump, «está comprometido» con evitar que el Nicolás Maduro y «su régimen sigan robando los recursos y la riqueza de Venezuela para su beneficio personal, mientras que el pueblo de Venezuela sufre de falta de alimentos, medicamentos y energía y agua confiables».
Sanders apuntó que los bancos sancionados son «utilizados por Maduro y su régimen como fondos para evadir las sanciones de Estados Unidos y mover dinero fuera de Venezuela».
El Gobierno de Bolivia es uno de los que apoya a Maduro, junto a potencias como Rusia y China, y el presidente boliviano, Evo Morales, denuncia repetidamente que la crisis en Venezuela obedece a una injerencia de Estados Unidos por su interés en el petróleo del país caribeño.