Blefaroplastia: en qué consiste, tipos y cuidados
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Con el paso de los años, la piel pierde elasticidad. Este fenómeno en los párpados se traduce en la aparición de pequeñas bolsas de grasa que hacen que la mirada y la expresión facial pierda frescura y se entristezcan nuestras facciones. Por fortuna, la blefaroplastia es una técnica que viene al rescate.
Además del paso de los años, la exposición solar a la que nos enfrentamos a diario no ayuda a la salud de los párpados. Este exceso de piel puede ser tan severo, que comprometa el campo de visión.
¿En qué consiste la blefaroplastia?
La blefaroplastia es una técnica de cirugía estética que tiene como objetivo principal corregir el exceso de piel existente en los párpados. Aunque también se quita la grasa sobrante, lo que repara la apariencia de cansancio y de envejecimiento.
Para corregir los problemas estéticos de los párpados, el cirujano realiza pequeñas incisiones en los pliegues naturales de la piel. Se permite, de esta manera, eliminar de forma sencilla el exceso de tejido.
Si además de piel se necesitan eliminar las molestas bolsas, el procedimiento se centrará en la extirpación del exceso de grasa. Para ello no se realizan las incisiones en la superficie de los párpados, sino por vía transconjuntival, es decir, a través de la membrana conjuntiva.
Tipos de blefaroplastia
Existen 4 tipos de blefaroplastia, en función de su localización, y son los siguientes:
- Superior: se hace en el párpado superior. Con microincisiones (pequeños cortes) en el pliegue natural de los párpados superiores se elimina la piel y la grasa sobrantes.
- Inferior: elimina las bolsas de los ojos en el párpado inferior. En algunos casos puede mejorar los surcos de las ojeras, mediante una
recolocación de la grasa para conseguir una mirada más despejada y juvenil. - Transconjuntival: la incisión se realiza entre el párpado y el globo ocular. Suele estar indicada en personas jóvenes que no tienen un exceso de laxitud en la piel ni bolsas muy pronunciadas. Tiene la ventaja de que no se toca la piel, por lo que no es necesaria una sutura posterior. No habrá cicatriz y la recuperación será más rápida. En la actualidad, es la técnica que más se usa para corregir el párpado inferior. Se realiza con anestesia local y no requiere ingreso en el hospital.
- Subciliar: se realiza debajo de la línea de las pestañas. Su finalidad es reducir las bolsas de los parpados inferiores, eliminando parte de la grasa acumulada que hay en su interior. Es con anestesia local y sedación, sin requerir tampoco ingreso hospitalario.
¿Es segura una cirugía de blefaroplastia?
La blefaroplastia es un procedimiento sencillo con el que se obtienen resultados satisfactorios en poco tiempo. Para esta operación hay que usar anestesia general si es de los primeros dos tipos. Dura entra 1 y 2 horas.
Las incisiones que se realizan son tan pequeñas, que apenas dejan señales. En la incisión en la piel del párpado quedan unas lesiones enrojecidas que desaparecen a los pocos días. Para la eliminación de las bolsas, el efecto visual posterior es nulo.
La satisfacción de las personas que se enfrentan a esta operación es alta. Por un lado, se consigue una mejoría estética, recuperando el vigor y el atractivo que se ha perdido con el paso de los años. Esto ayuda a la autoestima.
Incluso puede mejorar la visión. No quiere decir que la blefaroplastia corrija problemas de base en los ojos, pero a veces el exceso de piel en los párpados es tan grande, que disminuye la percepción. Al corregirse la flacidez (sobre todo del párpado superior), se vería ampliado el campo visual.
Con esta intervención quirúrgica, la mirada se rejuvenece y se elimina la sensación de ojos cansados. Los efectos se obtienen inmediatamente después de la cirugía.
En principio, los síntomas que pueden aparecer tras la intervención son inflamación y dolor en la zona operada. Pero con analgésicos y antiinflamatorios suele ser suficiente para que desaparezcan.
¿Existen alternativas no invasivas para levantar los párpados caídos?
Existen alternativas no quirúrgicas para este problema. En los últimos años se ha perfeccionado una técnica que usa láser de dióxido de carbono (CO2), lo que evita pasar por el quirófano.
Suele ser una técnica ambulatoria que se concreta en la consulta, aplicando un anestésico en crema en la zona sobre la que se aplicará el láser. El personal entrenado consigue vaporizar las zonas de la piel que sobran de manera selectiva.
El láser puede adaptarse a las necesidades de cada persona, en función del grosor, el tipo de piel o la cantidad de tejido sobrante. De todos modos, la técnica tiene como limitación los excesos muy grandes de piel. Para ellos hace falta la blefaroplastia.
¿Cuánto tiempo dura el efecto de una blefaroplastia?
Con la blefaroplastia se consiguen resultados muy favorables, devolviendo un aspecto más joven y fresco con efecto duradero. Y es que la piel excedente y las bolsas que se eliminan no vuelven a salir.
Los párpados quedarían corregidos para siempre. Aunque, con el paso de los años pueden aparecer nuevas arrugas y signos de envejecimiento. También es posible presentar laxitud en el músculo orbicular, que es el que controla la apertura y el cierre de los párpados.
¿Se puede realizar la blefaroplastia en personas con problemas oculares?
En principio, sí se puede realizar la blefaroplastia en pacientes con otros problemas oculares. Esta es una técnica superficial que respeta el ojo.
Aunque es cierto que quienes padecen ojo seco o glaucoma (aumento de presión ocular), deberían consultar con un cirujano plástico. No son contraindicaciones, pero también los pacientes con alteraciones de la glándula tiroides, diabetes, hipertensión arterial o enfermedades cardiovasculares deberían evaluarlo con su médico.
Las personas que usan lentillas pueden operarse. También aquellos que se han operado previamente con la colocación de una lente intraocular. Aunque se aconseja que, por lo menos, pase un mes entre ambas intervenciones quirúrgicas.
¿Qué cuidados deben tenerse en el posoperatorio?
Al ser una intervención quirúrgica con anestesia general, las personas permanecen 1-2 días ingresadas antes de recibir el alta domiciliaria. En sus hogares continuarán con el proceso de recuperación.
Tras 3-4 días de descanso, la persona puede retomar sus actividades con normalidad. El aspecto definitivo se percibe a partir de la segunda semana.
Tras la operación, se recomienda proteger la zona con gafas de sol y usar un fotoprotector los siguientes 2 meses. Si aparece dolor, el cirujano recetará algún analgésico. También existen cremas para aliviar los síntomas y la medida de colocar gasas con suero fisiológico frío. Algunos cirujanos hacen una oclusión del ojo para mantener la zona presionada el primer día.
Habitualmente, los puntos de sutura de la blefaroplastia se retiran a los 5-7 días. Aunque existen suturas absorbibles que no necesitarían ser retiradas.
Entre los síntomas más frecuentes que pueden aparecer los primeros días tras la operación están los siguientes:
- Lagrimeo excesivo.
- Hipersensibilidad a la luz.
- Algún cambio en la agudeza visual.
Una persona que use lentillas puede volver a ponérselas de forma normal a la semana de la cirugía. Y hay que recalcar también que no se debe usar maquillaje los 10 días siguientes a la intervención.
Quítate todas las dudas antes de la cirugía
Si notas que tienes un exceso de piel en los párpados y las bolsas en los ojos te molestan, concreta una consulta para evaluar la posibilidad de que te realicen una blefaroplastia. Se trata de una intervención con pocas contraindicaciones y muy segura, que mejora la estética del rostro.