Birmania libera a unos 800 presos
800 Noticias | EFE
Las autoridades militares birmanas liberaron este sábado a unos 800 prisioneros, incluidos algunos reos políticos, en una amnistía por el Año Nuevo budista, mientras continúan las protestas por el golpe de Estado del pasado 1 de febrero, informó el medio Frontier Myanmar.
Los prisioneros fueron puestos en libertad en la prisión Insein de Rangún, la mayor ciudad del país, en un gesto habitual de las autoridades birmanas durante las festividades, que este año han sido boicoteadas por gran parte de la población en protesta contra la junta militar.
La prisionera política más famosa es la líder del Gobierno depuesta y nobel de la paz, Aung San Suu Kyi, detenida desde el mismo día del golpe militar encabezado por el general Min Aung Hlaing.
A pesar de la represión y las torturas, los birmanos volvieron a salir hoy a protestar en las calles en algunos puntos del país, mientras que continúan también los enfrentamientos entre el Ejército y la guerrilla de la minoría étnica kachin en el noreste.
Desde el golpe, los uniformados han matado a 728 civiles, incluidos al menos 40 niños, y mantienen detenidos a más de 3.100 personas arrestadas de manera arbitraria, según datos de la Asociación para la Asistencia de los Presos Políticos de Birmania (AAPP) birmana.
La AAPP dijo que ayer murieron al menos dos manifestantes debido a los disparos de las fuerzas de seguridad, pero estima que el número real de fallecidos sea probablemente «mucho mayor», al tiempo que los soldados y policías dispersaron violentamente protestas en las divisiones de Mandalay y Sagaing.
La junta militar mantiene una férrea censura en los medios y restricciones al internet, lo que dificulta la tarea de información de los periodistas independientes y activistas, que deben trabajar en la clandestinidad.
GOBIERNO ALTERNATIVO
Ayer, los opositores a la junta militar formaron un «Gobierno» paralelo de unidad nacional con 26 miembros, de los que 13 pertenecen a las minorías étnicas y 8 son mujeres.
El Ejecutivo de unidad nacional sigue siendo presidido simbólicamente por U Win Myint y Suu Kyi sigue como consejera de Estado, pero la privación de libertad que ambos padecen desde febrero hace que el peso del Gobierno recaiga en Mahn Win Khaing Than, nombrado primer ministro.
El nuevo Gobierno fue anunciado por el Comité de Representantes de la Asamblea de la Unión (CRPH), formado por parlamentarios electos que fueron depuestos por el golpe militar.
La brutalidad de los uniformados birmanos ha provocado severas críticas y sanciones por parte de la Unión Europea y países como Estados Unidos, Reino Unido y Canadá, aunque la comunidad internacional no ha conseguido consensuar acciones comunes como un embargo global de armas contra Birmania.
Rusia y China son vistos como los principales valedores del régimen birmano, aunque han criticado la muerte de civiles y pedido la liberación de los detenidos.
El Ejército birmano justifica el golpe de Estado por un supuesto fraude electoral en los comicios del pasado noviembre, en los que arrasó el partido de Suu Kyi, como ya hiciera en 2015, con el aval de los observadores internacionales.