Bielorrusos marchan en el «día del ultimátum» a Lukashenko - 800Noticias
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EFE

Más de 100.000 bielorrusos salieron hoy a las calles de Minsk y otras ciudades del país en el undécimo domingo de protestas antigubernamentales y en el llamado «Día del ultimátum del pueblo» al presidente, Alexandr Lukashenko, para que abandone hasta la medianoche el poder y libere a todos los presos políticos.

«Hoy a las 23:59 hora local (20.59 hora GMT) vence el plazo del ‘Ultimátum del Pueblo’, y, si no se cumplen las demandas, los bielorrusos iniciarán una huelga nacional», advirtió la líder de la oposición en el exilio, Svetlana Tijanóvskaya, en Telegram.

El pasado día 13, la que fuera la principal rival de Lukashenko en las elecciones presidenciales del pasado 9 de agosto -no reconocidas por la oposición ni por Occidente- dio 12 días al mandatario para que presente su dimisión, libere a todos los presos políticos y ponga fin a la represión policial.

Si Lukashenko no abandona hasta esta medianoche la presidencia tras 26 años en el poder, la oposición llamará a una huelga nacional a partir de mañana en todas las empresas nacionales, a bloquear las carreteras y a boicotear las tiendas estatales.

En los supermercados, las farmacias y tiendas de alimentos en Minsk no hay aún escasez de productos.

La embajada de EEUU en Minsk emitió el viernes pasado una alerta para sus ciudadanos ante el temor de que pueda haber enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y manifestantes a partir del lunes, y ha recomendado evitar actos masivos y a reunir un «suministro de al menos tres días de alimentos, agua, medicinas y dinero en efectivo».

Más de 100.000 bielorrusos, según la oposición, apoyaron hoy el ultimátum de la oposición al presidente y su régimen.

Una marea humana recorrió por undécimo domingo consecutivo con banderas rojiblancas, símbolo de la oposición, el centro de Minsk.

Vehículos blindados y cañones de agua esperaban en cada esquina a los manifestantes para impedir la marcha.

El Palacio de la Independencia, residencia de Lukashenko, estaba fuertemente protegido por fuerzas especiales y vehículos blindados.

Hubo otras marchas solidarias en otras ciudades, como en Grodno, Brest, Lida, Gómel, Vítebsk, Brest, Polotsk o Novopolotsk.

En Lida las fuerzas de seguridad utilizaron gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes y hubo decenas de detenciones.

También hubo detenciones en otras ciudades, incluida Minsk, donde se escucharon además explosiones de granadas aturdidoras.

La organización de derechos humanos bielorrusa Vesná ha documentado hasta el momento más de 78 arrestos.

El Ministerio del Interior ha reconocido el uso de «medios especiales» para suprimir la marcha no autorizada.

«Hoy es el día de elección. Cada miembro de las fuerzas de seguridad elige hoy a quién protege: a su pueblo o sus jefes. Cada funcionario elige hoy a quién sirve: al pueblo o al régimen», enfatizó Tijanóvskaya en su mensaje al aparato del presidente.

Lukashenko, por su parte, no ha reaccionado hasta ahora al «Ultimátum del Pueblo» y nada apunta a que lo vaya a hacer.

Recientemente, el mandatario se reunió en el centro de detención del KGB con algunos dirigentes opositores para abordar con ellos la reforma constitucional que ha prometido y que él ve como solución a la crisis desatada después de las polémicas recientes elecciones presidenciales.

Posteriormente, varios opositores fueron liberados y puestos bajo arresto domiciliario.

Uno de ellos, el analista político Yuri Voskresenski, aseguró al medio digital independiente TUT.by que Lukashenko les dio «su palabra de que este iba a ser su último mandato» en la presidencia.

De momento, ni las sanciones occidentales a su régimen y a su persona, ni tampoco el premio Sájarov a la libertad de conciencia concedido esta semana por el Parlamento Europeo a la oposición o la presión de la calle han conseguido que el presidente se mueva de su postura.

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