Biden felicita a Benet y confía en fortalecer la relación con Israel
EFE
El presidente estadounidense, Joe Biden, felicitó este domingo al el ultranacionalista Naftali Benet por su ratificación como primer ministro israelí y confió en trabajar con él para «fortalecer» la relación bilateral y buscar la paz entre Israel y los palestinos.
En un comunicado, Biden reaccionó a la votación de confianza en el Parlamento israelí, que ratificó al nuevo «Gobierno del cambio» y echó del poder a Benjamín Netanyahu tras doce años seguidos como primer ministro.
«En nombre del pueblo estadounidense, felicito al primer ministro Naftali Bennett, al primer ministro alterno y ministro de Exteriores Yair Lapid, y a todos los miembros del nuevo gabinete israelí», indicó Biden minutos después de la votación.
«Estoy deseando trabajar con el primer ministro Benet para fortalecer todos los aspectos de la estrecha y duradera relación entre nuestras dos naciones», agregó.
El mandatario estadounidense no mencionó a Netanyahu en su comunicado, y destacó su «férreo apoyo a la seguridad de Israel», además de su interés en trabajar con el nuevo Gobierno «para impulsar la seguridad, la estabilidad y la paz para los israelíes, palestinos y la gente de toda la región».
Más adelante, la Casa Blanca informó de que Biden había conversado por teléfono con Benet para felicitarle y expresarle su «firme intención de profundizar en la cooperación» bilateral.
Ambos acordaron mantener «consultas estrechas sobre todos los temas relacionados con la seguridad regional, incluido Irán», señaló la oficina de Biden, que se encuentra de gira en Europa.
El nuevo Ejecutivo de unidad nacional, que agrupa ocho partidos de casi todo el espectro político, ha enviado a la oposición a Netanyahu y estará liderado los dos primeros años por Benet y los dos siguientes por el centrista Yair Lapid, acabando con más de dos años de bloqueo político en Israel.
La votación que ratificó el nuevo Ejecutivo se produjo esta tarde en una sesión parlamentaria marcada por un ambiente de crispación y tensión, en que Benet -como primer ministro designado- hizo un llamamiento a la unidad y reconciliación nacional, mientras diputados del Likud de Netanyahu, de formaciones ultraortodoxas y del Partido Sionista Religioso le interrumpían, increpaban e insultaban.
«Es el momento de pasar el liderazgo de la nación y el Estado a la próxima generación», indicó Benet, al tiempo que agradeció a Netanyahu sus doce años de servicio a Israel a pesar de las discrepancias entre ellos.
Este último, por su parte, aseguró que permanecerá como líder de la oposición para «derrocar» al «Gobierno del cambio», una coalición sin precedentes en Israel que integra a ocho partidos de gran diversidad ideológica -desde la extrema derecha hasta la izquierda, incluyendo un partido árabe- que se unió para destronar a Netanyahu.
Benet es una de las figuras más a la derecha del nuevo Gobierno, se convierte en primer ministro con solo seis diputados de su partido Yamina -uno de ellos se desmarcó al negarse a formar Gobierno con partidos de izquierda y el islamista Raam- y deberá gobernar una coalición con fuerzas con posturas incluso antitéticas.
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