Bernard Shaw, presentador histórico de CNN, muere a los 82 años
EFE
El periodista afroestadounidense Bernard Shaw, presentador histórico de CNN desde su lanzamiento en junio de 1980 hasta que se jubiló en 2001, falleció este miércoles a los 82 años de edad debido a una neumonía, indicó este jueves su familia.
Nació en Chicago el 22 de mayo de 1940 y estaba considerado uno de los periodistas afroamericanos más poderosos de Estados Unidos.
Fue el presentador principal de CNN y en esas dos décadas ligado a la cadena de información cubrió desde elecciones presidenciales hasta la Guerra del Golfo en 1991, en la que viajó a Bagdad.
El consejero delegado del canal, Chris Licht, señaló este jueves en una declaración que incluso después de su jubilación siguió vinculado con el canal, colaborando de manera ocasional ofreciendo a la audiencia contexto en acontecimientos importantes.
El antiguo presidente de CNN, Tom Johnson, se sumó a las condolencias recordando que se ganó el respeto de millones de espectadores por su integridad, independencia y compromiso con la información: «Siempre se podía confiar en él como reportero y presentador».
Hijo de un pintor y de una ama de casa, tenía interés por las noticias desde adolescente. En una entrevista con la revista New York apuntó que su ritual de los domingos era caminar hasta una librería cercana a la Universidad de Chicago, el sitio que más cerca tenía para comprar la edición dominical de The New York Times.
Trabajó también para la cadena CBS de 1971 a 1977 como reportero político y en el canal ABC en la última parte de esa década como corresponsal en Latinoamérica, y era respetado por defender que el periodista, en tanto mensajero, no debía eclipsar el mensaje.
En CNN estuvo, entre otros, al frente de PrimeNews, la emisión nocturna, y entre los grandes eventos de los que le tocó informar estuvo el intento de asesinato del presidente Ronald Reagan en marzo de 1981, sobre el que, aunque su canal tuvo la información unos cuatro minutos antes que la competencia, quiso dejar claro antes de dirigirse al público que no se sabía exactamente qué había pasado. EFE