Beber alcohol en un avión es más peligroso de lo que se cree - 800Noticias
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Los vuelos de larga distancia pueden convertirse en una verdadera odisea para muchas personas. Por si fuera poco, a la llegada al destino suele haber varias horas de diferencia, por lo que, si no se ha descansado adecuadamente en el avión, el jet lag puede golpear aún más duramente. Es por esto por lo que, normalmente, intentamos dormir en la medida de lo posible. Lamentablemente, las condiciones no son las mejores para conciliar el sueño, por lo que hay quien busca una ayudita en el carrito del alcohol. Esto, en realidad, es contraproducente, pues la idea de que el alcohol ayuda a dormir no es más que un mito. Pero eso no es lo peor. Según un estudio publicado recientemente, beber alcohol en el avión antes de dormir puede ser muy peligroso.

Dicho estudio lo ha realizado un equipo de científicos procedentes del Instituto de Medicina Aeroespacial del Centro Aeroespacial Alemán y la Universidad RWTH de Aquisgrán. Para realizarlo partieron de la premisa de que la presión de la cabina en los vuelos de larga distancia disminuye la saturación de oxígeno en sangre, por lo que el alcohol en el avión no haría más que empeorar la situación.

Para comprobarlo, simularon un avión en su laboratorio y realizaron varios experimentos con la colaboración de 48 personas voluntarias. Los resultados, como esperaban, mostraron que habría que cambiar algunas normas sobre el consumo de alcohol en el avión.

Estudios anteriores a este han demostrado que el consumo de alcohol puede aumentar la frecuencia cardíaca, sobre todo durante el sueño. Cuando la saturación de oxígeno disminuye, la frecuencia cardíaca también aumenta, pues el corazón bombea más rápido para intentar compensar esa carencia de oxígeno llegando a los tejidos.

¿Qué pasaría si se sumasen ambos fenómenos al beber alcohol en el avión? Para responder a esta pregunta, los 48 participantes del estudio se dividieron en dos grupos: el control y el grupo de vuelo. Los del grupo control tuvieron que dormir en el laboratorio en condiciones normales de presión y oxígeno. En cambio, los del grupo de vuelo durmieron en una sala presurizada como la cabina de un avión de larga distancia. Incluso se reprodujeron los sonidos grabados en un vuelo de Colonia a El Cairo, para dar más realismo.

La mitad de cada grupo durmió cuatro horas sin tomar nada de alcohol, mientras que la otra mitad durmió el mismo tiempo, pero tras beber una cantidad de vodka equivalente a dos latas de cerveza al 5%. Tras dos noches de recuperación, se repitió el experimento cambiando las tornas. Es decir, los que habían bebido durmieron sin alcohol y los que no tomaron nada tuvieron que dormir tras una ración de vodka.

Con información de Hipertextual

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