Balancear el gasto con más impuestos crea mayor pobreza
Con información de La Verdad
Lograr cubrir el gasto público de la nación con fuentes de ingresos tributarias severas sin reducir desde el origen ese gasto no suena lógico para superar el déficit fiscal. La meta del Gobierno apunta a soportar con más impuestos el peso del balance de la política socialista que acumula “burocracia” y más de 40 misiones y planes de ayudas en 18 años de gestión.
La política tributaria para atender el presupuesto de 2017, que se estima 83 por ciento con fondos tributaciones, asoma retomar medidas regidas: revisión de la alícuota de IVA, incrementarla a 16 por ciento, como se decretó en 2002, o el impuesto al lujo, para que pague más quien más tiene, o pechar las transacciones al débito bancario.
Emmanuel Borgucci, economista, advierte que “aumentar los impuestos lo que crea es un desastre financiero”, tal vez el Gobierno logre tener los recursos y tocar la meta, “pero la sociedad estará en ruina. No se le puede subir los impuestos indiscriminadamente a todo el mundo y seguir financiando la estructura de gastos inescrutables”.
Critica que existe déficit fiscal sin solución “porque el asunto lo llevan de forma electorera”, impulsados por encuestas para navegar en el poder. “Esto incluye a los dos: Gobierno y oposición. En una economía tan deprimida, muy debilidad, con altos nivel de inflación, dicen que cumplieron la meta de recaudación, pero eso en términos reales es nada. Si recaudan 100 bolívares más, con 700 de inflación, la recaudación es pérdida”.
El Gobierno fijó siete billones de bolívares a recoger vía impuestos, sea por imposiciones a personas naturales o jurídicas. Mediante el decreto se ejecuta la Ley Orgánica de Presupuesto, presentada ante el TSJ, y en la que sentencia el despego de la dependencia petrolera al proyectar un precio del barril del petróleo a 30 dólares, sin aspiraciones de lograr créditos adicionales por la caída de los ingresos.
Borgucci precisa que forzar más impuestos “en una economía extractiva” como es la venezolana, el resultado al final es “hacer ajustes fiscales, sobre todo del lado del gastos”. Aunque el Gobierno mantenga un “tabú porque no se pueden tocar los gastos públicos, porque se perjudica al pueblo. Sin embargo, la pobreza sube, como los niños en la calle. Se mantienen las misiones acumulando gastos”.
Reflexiona con el ejemplo de las viviendas. Se construye una casa que en cuatro años va a necesitar impermeabilizaciones, pintura, reformas por las condiciones de deterioro en el acabado. “¿Y quién pone eso?, los que viven ahí no porque no tienen los ingresos. Lo ponen los ciudadanos vía impuestos. Eso no es razonables. Es una lapidación de los recursos. Por eso toda reforma va a empeorar el empobrecimiento que ya hace la inflación”.