Bachelet afirma que DDHH son esenciales para recuperación Post-Covid-19
EFE
La alta comisionada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, llamó hoy en Ginebra la atención sobre los riesgos que la COVID-19 ha supuesto para los derechos humanos y pidió que los planes de recuperación económica y social los tengan como hoja de ruta.
La epidemia del coronavirus «amenaza el desarrollo y la paz» y exige que los países apuesten por dar más derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, y «no menos», dijo la expresidenta de Chile.
Bachelet instó a los países a adoptar «medidas transformadoras» para fortalecer la protección de los derechos humanos, promoviendo la salud pública, la confianza en las instituciones y una mayor resiliencia social y económica.
Pidió liderazgos «basados en la claridad, las evidencias y los principios, para la protección de los más vulnerables», y hacer frente a las desigualdades que la pandemia está aumentando.
Atención a los más vulnerables
En cuanto a los grupos más afectados, destacó la situación de las minorías, las mujeres, los niños y los mayores. Los miembros de minorías étnicas y raciales y los indígenas, aseguró, son más propensos a morir de COVID-19.
Bachelet destacó a Costa Rica y Panamá como ejemplos de países que han puesto en marcha esfuerzos específicos para proteger a sus indígenas y dotarles de más servicios.
Respecto a las niñas y mujeres, señaló que su exclusión y discriminación se agrava por la desprotección social, empleos peor pagados, la carga del cuidado de niños y mayores, y el hecho de que participen poco en los órganos de decisión.
Calificó de «alarmantes» las cifras de contagios y muertes en residencias de ancianos, que «sugieren grandes carencias» en sus cuidados por parte de las autoridades nacionales.
Otro segmento enormemente afectado es la infancia, sobre la que la pandemia tendrá efectos «profundos y de larga duración». Unicef prevé que un 15 % de los niños estarán bajo el nivel de pobreza este año (672 millones) y se calcula que la malnutrición infantil afectará a 10 millones de pequeños.
Los jóvenes, que más a menudo trabajan en sectores informales y muy golpeados, también se enfrentarán a una grave crisis, lo que afectará a las tendencias migratorias, ya que los menores de 30 años suponen un 70 % de los migrantes.
Honduras y Panamá, señala Bachelet, son dos de los países donde los migrantes son detenidos en condiciones masificadas y con riesgos sanitarios.