Baby botox | El secreto de las celebridades para envejecer bien
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La medicina estética se reinventa constantemente, y cada día incluye a generaciones más jóvenes, que buscan prevenir la aparición de las primeras arrugas en una cruzada contra el tiempo, intentando con eso y de alguna manera sentirse mejor consigo mismos. En este sentido, el Baby Botox se consolidó como el tratamiento estrella entre los millenials y centenials, que no paran de ver ejemplos de su aplicación en redes sociales.
Pero… ¿en qué consiste esta técnica? Se trata de la aplicación de pequeñas dosis de toxina botulínica en una única sesión (algo en lo que -según afirman varios portales- ya incursionaron celebridades internacionales como la influencer Kylie Jenner o la ex duquesa de Sussex, Meghan Markle) y que tiene por fin conseguir un efecto “natural” sin caer en los extremismos de la medicina estética.
“El Baby Botox consiste en la inyección de toxina botulínica en microdosis para prevenir la formación de arrugas de expresión en zonas susceptibles como el entrecejo, la frente y las patas de gallo”, explica la Dra. Fabiana Zelaya, directora del centro Zelaya Beauty ubicado en Recoleta.
Si bien sus efectos se pueden ver luego de las 48 horas de la aplicación, el resultado final se obtiene a los 15 días, mientras que la duración total del producto en la piel es de 4 meses. Respecto a las diferencias con el método tradicional, Zelaya destaca que simplemente se reduce la cantidad de producto aplicado. Y agrega: “Para rejuvenecer la mirada de personas mayores a 35 años, aplicamos 50 o más unidades, mientras que en el Baby Botox se utilizan de 15 a 20 unidades”.
El Baby Botox es una opción que usan hombres y mujeres con el objetivo de suavizar sus líneas de expresión y al mismo tiempo prevenir el surgimiento de nuevas. El procedimiento dura unos minutos, y al ser prácticamente indoloro, le permite a quienes lo eligen continuar perfectamente con su rutina habitual. “La finalidad con esta técnica es disminuir la actividad muscular para que no llegue a producirse el surco en la piel como consecuencia del gesto continuado”, explica la Dra. Ana Bogado, del centro de medicina estética Fimedical.
Con respecto a la edad a la que muchos inician el tratamiento, la Dra. Lorena Stubrin de Fimedical sostiene un dato que sorprende: muchos empiezan a considerarlo “a partir de los 25 años, cuando comienza a decaer la producción de colágeno y elastina”.
Una de las razones por las que esta técnica se extendió y se hizo tan popular es que, al aplicarse en microdosis, derriba un tabú muy asociado al botox en general: “Muchas personas piensan que el botox hace perder la capacidad de expresión del rostro, algo que ocurre con malas aplicaciones de otro tipo de infiltraciones, como por ejemplo rellenos. Cuando el trabajo lo hace un profesional con experiencia, el resultado es sutil”, concluye Rolandi Ortiz.
Con información de La Nación