Aviones militares matan en Nigeria a 135 bandidos
EFE
Aviones de las Fuerzas Aéreas de Nigeria atacaron y mataron a al menos 135 bandidos armados en el noroeste del país, región que sufre con frecuencia robos de ganado, ejecuciones, asesinatos, violaciones y saqueo de pueblos enteros, informó hoy el Ministerio de Defensa.
La operación, que comenzó el 20 de mayo y terminó este viernes, «parte de la renovada ofensiva para librar al noroeste del país de bandidos armados y otros elementos criminales» en los estados de Katsina y Zamfara, explicó el portavoz del departamento de Defensa, teniente general John Enenche, en un comunicado.
Además, el ministerio publicó en su cuenta de la red social Twitter el vídeo de una de estas operaciones, en el que se ve cómo aviones militares alcanzan su objetivo en Katsina.
A finales de abril pasado, los ejércitos de Nigeria y de Níger mataron a 89 ladrones en Zamfara días después de un ataque que dejó 47 muertos, en una misión conjunta en la que también se destruyeron campamentos usados por los delincuentes, se recuperaron 322 vacas robadas y se liberó a cinco personas secuestradas.
Esta región está afectada por la lucha por el control de los recursos hídricos y los pastos, que enfrenta a ganaderos y agricultores y que se remonta a 2011.
Los continuos ataques y contraataques entre ganaderos y un grupo de vigilancia voluntaria conocido como Yan Sakai en Zamfara se extendieron rápidamente a los estados vecinos de Sokoto y Katsina, hasta transformarse en un conflicto de baja intensidad en 2018.
Más de 60.000 personas han huido del noroeste de Nigeria para refugiarse en el vecino Níger desde abril de 2019 y unas 23.000 de ellas, la mayoría mujeres y niños, lo hicieron el pasado abril, indicó hace unos días el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Según un informe publicado el 18 de mayo por el International Crisis Group (ICG), más de 8.000 personas han muerto y 200.000 se han visto forzadas a dejar sus hogares en el noroeste de Nigeria durante la última década por la violencia.
A raíz de los recientes ataques en Katsina, estado natal del presidente nigeriano, Muhammadu Buhari, los habitantes de esta zona organizaron protestas a principios de esta semana para pedir una mejora de la seguridad, a pesar de las medidas impuestas para frenar la pandemia de la COVID-19, en un país con 7.261 casos confirmados y 221 fallecimientos por la enfermedad.
La inseguridad en el noroeste de Nigeria se suma a la que se vive desde 2009 en el noreste, sumido en una situación de violencia provocado por el grupo yihadista Boko Haram, que busca imponer un Estado de corte islámico en el país, de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiano en el sur.
Durante su sangrienta campaña, Boko Haram ha asesinado a unas 27.000 personas y ha causado más de 2,7 millones de desplazados internos, principalmente en Nigeria, pero también en Camerún, Chad y Níger.