Denunciantes contra Rousseff la acusan de «actos lesivos a la Nación»
EFE
Los autores de la denuncia que puede llevar a un juicio político a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ratificaron hoy sus acusaciones ante una comisión del Senado que la próxima semana comenzará a definir el futuro de la mandataria, a la que responsabilizaron de «actos lesivos a la Nación».
La comisión, formada por 21 senadores, debe redactar un informe sobre el caso que, si fuera aprobado el próximo 6 de mayo, pasará al pleno de esa cámara, que días después decidirá si abre el proceso que obligaría a Rousseff a separarse del cargo durante 180 días, en los que sería sustituida por el vicepresidente Michel Temer.
Según los cálculos del Senado, si el informe pasa por la criba de la comisión, la votación en el pleno pudiera ser convocada para el 11 o 12 de mayo.
Los senadores escucharon hoy primero el testimonio del jurista Miguel Reale Júnior, coautor de la denuncia, quien insistió en que Rousseff incurrió en maniobras contables ilegales para maquillar los resultados del Gobierno, lo que calificó de «engaño» al país.
«Hubo operaciones de crédito indebidas, decretos referidos a los presupuestos que no fueron sometidos a la aprobación del Congreso, como manda la ley», y otras irregularidades que, según Reale Júnior, «constituyen crímenes de responsabilidad», que engloban las causas que la Constitución prevé para la destitución de un mandatario.
«Son conductas que atentan contra las finanzas públicas y que han llevado a la insolvencia del Estado», declaró en alusión a la grave crisis fiscal que enfrenta el Gobierno.
Reale Júnior también citó «multimillonarias deudas» con la banca pública «no registradas en los balances», con lo que se transmitió «a la sociedad y a los mercados que había superávit fiscal, cuando en realidad había un déficit histórico», todo lo cual supone «un conjunto de actos lesivos a la Nación».
La comisión también escuchó a la abogada Janaina Paschoal, otra de las firmantes de la denuncia, quien hizo un discurso político; superó el objeto de la acusación y citó asuntos ajenos al caso, como la corrupción en la petrolera Petrobras.
A diferencia de la presentación de Reale Júnior, Paschoal llegó a llorar y a exigir a los senadores que «defiendan la Constitución» y aprueben el juicio contra Rousseff, lo cual caldeó el ambiente entre el oficialismo.
La sesión ya había comenzado tensa, cuando el oficialista Partido de los Trabajadores (PT) pidió que fueran consignados en la comisión del Senado diversos documentos sobre las operaciones contables que objeta la acusación, pero el instructor del caso, Antonio Anastasia, lo negó y enervó el debate.
Anastasia, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), alegó que en esta fase del proceso no cabe la presentación de pruebas ni a favor ni en contra de la mandataria, frente a lo cual el PT sostuvo que se cercenaba «el derecho a la defensa».
Después de acalorados cruces de declaraciones que se prolongaron durante casi dos horas, la dirección de la comisión aceptó que el PT presente esos documentos a través de la Abogacía General del Estado, que ejerce la defensa de Rousseff y será escuchada este viernes.
La mandataria, que reservó buena parte de la jornada para nuevas consultas con sus ministros del área política, también recibió hoy al argentino Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz en 1980, quien le manifestó su «solidaridad» y apoyo.
Pérez Esquivel compartió la teoría de que en Brasil se gesta un «golpe» y comparó la situación con la destitución del presidente paraguayo Fernando Lugo en 2012, y el derrocamiento del hondureño Manuel Zelaya en 2009.
«Los golpes blandos ya se pusieron en práctica en el continente en países como Honduras y Paraguay. Ahora, la misma metodología, que no necesita a las Fuerzas Armadas, se está utilizando aquí en Brasil«, manifestó Pérez Esquivel.