Australiano quedó tetrapléjico por comerse una babosa en una apuesta
Marca.com
Una estúpida apuesta ha arruinado la vida del joven australiano Sam Ballard, un jugador de rugby aficionado. En 2010, cuando tenía 19 años, asistía a una fiesta con amigos. En medio del ambiente festivo vieron a una babosa reptando por el suelo. Se apostó a ver quién sería capaz de comérsela. Y Sam lo hizo.
Casi de inmediato se empezó a sentir mal. Fue hospitalizado y se le diagnosticó que se había infectado con un parásito conocido como Angiostrongylus cantonensis. Normalmente es inofensivo, pero a Sam le causó una meningoencefalitis eosinofílica y pasó más de un año en coma.
Salió del coma, pero desde entonces quedó tetrapléjico y necesita cuidados constantes. Pudo salir del hospital después de tres años, pero con serios problemas de lenguaje. En la actualidad sufre convulsiones y no puede controlar su temperatura interna. Debe ser alimentado también por medios mecánicos.
Sam era un prometedor jugador de rugby. Su familia y amigos, organizados en un grupo llamado ‘Team Ballard’. han divulgado su caso dado que el gobierno australiano ha recortado su subsidio por discapacidad en más de un 70% y, pese a la ayuda de sus amigos, se han endeudado por los cuidados médicos precisos.