Australia retirará casi mil cámaras chinas por posible espionaje
EFE
El Gobierno de Australia confirmó este jueves que retirará de sus edificios oficiales casi un millar de cámaras de seguridad fabricadas en China ante el riesgo de que sean utilizadas para un posible espionaje.
«Estamos evaluando en (el Ministerio) Defensa dónde están ubicadas esas cámaras y cuando hayamos terminado ese proceso obviamente las retiraremos», señaló hoy a los medios el ministro de Defensa y viceprimer ministro, Richard Marles.
Según ha denunciado la oposición, hay instaladas al menos 913 cámaras de seguridad fabricadas por las controvertidas empresas chinas Hikvision y Dahua en unos 250 edificios gubernamentales, entre ellos los ministerios de Defensa y Exterior.
Los dispositivos de estas citadas empresas, vinculadas al Partido Comunista Chino, están prohibidos desde noviembre en todos los edificios gubernamentales de Estados Unidos y Reino Unido al considerar que pueden contener algún programa informático espía.
El senador opositor James Paterson, quien realizó durante seis meses una auditoría sobre cuántos dispositivos sospechosos se encontraban en los edificios gubernamentales, reclamó hoy al Gobierno un «plan urgente» para retirar estos aparatos que, a su parecer, «presentan un riesgo para la seguridad nacional» del país.
Sin embargo, el ministro de Defensa pidió «prudencia» y evitar «reaccionar de manera exagerada» y por otra parte remarcó que la retirada de las cámaras chinas no es un «problema político», ya que se colocaron antes de la llegada en mayo del actual gobierno laborista.
Marles se comprometió a retirar los dispositivos «tan pronto como sea posible», sin concretar un plazo de tiempo.
Australia y China mantienen una relación diplomática tensa desde que el anterior gobierno conservador vetara en 2018 a las compañías chinas Huawei y ZTE de participar en la red de 5G del país oceánico.
Tras esta crisis, siguieron otros roces por asuntos de derechos humanos, la militarización china y leyes australianas contra el espionaje, tras conocerse donaciones chinas a políticos y ciberataques atribuidos a Pekín, entre otros.
El actual Ejecutivo, encabezado por el primer ministro, Anthony Albanese, dio un giro a la política exterior australiana y trata desde hace meses de acercar posturas con el gigante asiático, el principal socio comercial de Australia.
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