Aumenta presión nacional e internacional para activar revocatorio
AFP
Una comisión de diputados de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) -mayoritaria en el Parlamento- entregó ante el Consejo Nacional Electoral (CNE), al que acusa de aliado del chavismo, un documento para exigirle que fije las normas y fechas de los pasos para convocar el referendo.
“Exigimos a las autoridades electorales que se pongan a tono con la historia, con el sufrimiento del pueblo y liberen las barreras que impiden que el referendo sea este año”, dijo el vicepresidente parlamentario, Enrique Márquez, quien encabezó la misión legislativa.
En tanto, ante miles de jóvenes socialistas concentrados en las afueras del Palacio de Miraflores, Maduro convocó este miércoles a grandes movilizaciones en todo el país contra el secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, quien convocó a sesión urgente para tratar el caso de Venezuela, pedido que había hecho la oposición de ese país.
“¡Almagro go home! Derrotemos al imperialismo y al intervencionismo”, gritó Maduro.
“El imperialismo norteamericano”, por gestión de la OEA y de la oposición del país, busca intervenir en Venezuela, arengó.
Maduro anunció que demandará judicialmente a la directiva del Parlamento y los diputados que pidieron a la OEA aplicar la Carta Democrática, por “usurpación de funciones” y “traición a la patria”.
“Eso no nos preocupa. La OEA está discutiendo el caso de Venezuela y eso es satisfactorio. Hay pronunciamientos en el mundo a favor de un proceso de transición pacífica, que incluye el referendo”, afirmó Márquez.
Para la oposición, el tiempo apremia. Si el referendo se hace antes de 2017 -cuando se cumplen cuatro años del mandato-, y Maduro lo pierde, se debe llamar a elecciones. Si ocurre el próximo año, sería sustituido por el vicepresidente, nombrado por el gobernante.
Pero el proceso es engorroso. El jueves apenas concluye la revisión de 1,8 millones de firmas que le entregó la oposición hace un mes para activar el referendo. Luego deberán ser validadas con huella dactilar y recoger otras cuatro millones de rúbricas para convocar la consulta.
Según la encuestadora Datanálisis, 70% de los venezolanos apoya un cambio de gobierno. Para revocar el mandato de Maduro, se necesita más de los 7,5 millones de sufragios con que fue elegido en abril de 2013.
A la presión internacional y de la oposición se suma el malestar popular ante el agravamiento de la escasez de alimentos y medicinas, y el costo de la vida. El país petrolero tiene la inflación más alta del mundo (180,9% en 2015 y proyectada por el FMI en 700% para 2016).
“El pueblo venezolano no se calará (aguantará) que se manosee el revocatorio y se atrase para el interés del gobierno (…) porque es la única válvula de escape que tiene”, subrayó Márquez.
– La OEA no es la solución mágica –
Invocando la Carta Democrática, Almagro argumentó la crisis económica, social, política e institucional que sufre Venezuela.
Este miércoles, la OEA discutía una declaración para propiciar el diálogo en Venezuela, durante una sesión extraordinaria del Consejo Permanente marcada por las diferencias de enfoque sobre la situación del país suramericano.
“Es un texto conciliador y moderado”, dijo el representante alternativo de Argentina, Julio César Ayala.
El martes, el titular de la Unasur, el exmandatario colombiano Ernesto Samper, dijo a la AFP en París que la próxima semana habrá una “nueva reunión” -tras una celebrada por separado en República Dominicana la semana pasada-, y no descartó que ésta sea un cara a cara.
Maduro asegura que el gobierno se mantendrá en la mesa de diálogo. Pero el líder opositor Henrique Capriles sostiene que con esto busca “lavarse la cara, porque en este momento la opinión internacional es contra el gobierno”.
“Pronto serán todos los países apoyando al pueblo venezolano que quiere revocatorio”, afirmó Capriles, al comentar las acciones de la OEA.
Los analistas están cautelosos ante la gestión de la OEA. “No va a producir soluciones mágicas para Venezuela”, opinó el abogado constitucionalista Carlos Ayala Corao, quien tampoco descartó que varios países se lancen contra Almagro.
“No es la solución inmediata a todos nuestros males. En especial, pues al final, luego de un camino más o menos largo, la peor situación para Venezuela sería su suspensión de la OEA”, estimó el constitucionalista José Ignacio Hernández.
Almagro pidió que la OEA discuta el tema en sesión extraordinaria entre el 10 y el 20 de junio, al considerar que existe en Venezuela “alteración del orden constitucional” que afecta gravemente “el orden democrático”.
“Sabemos que lo que viene es una intervención, inclusive armada (…) El imperio decidió que es la hora de tomar nuestros recursos”, afirmó la canciller venezolana Delcy Rodríguez.