¡Atención!| ¿Sabes qué es la ayahuasca?, aquí te lo explicamos
Redacción 800 Noticias
La ayahuasca, bebida psicotrópica obtenida de varias plantas endémicas en las selvas de Sudamérica, cobró protagonismo el pasado verano, cuando rescataron en Perú a una joven española que había sido captada por una secta en la que le obligaban a consumir este brebaje.
“No hay datos de su consumo en España, aunque sí sabemos que se está utilizando asociado a prácticas de introspección personal”, afirma a CuídatePlus Benjamín Climent, experto en Toxicología y representante de la Sociedad Científica Española de Estudios sobre el Alcohol, el Alcoholismo y otras Toxicomanías (Socidrogalcohol).
¿Qué es? ¿Cuándo llegó a España? ¿De dónde procede?
El término “ayahuasca” deriva de las palabras quechuas (familia de idiomas originarios de los Andes centrales que se extiende por la zona occidental de América del Sur) “aya”, que quiere decir muerto, y “huasca”, que quiere decir soga o liana. Esto se traduce como la soga de los muertos o la liana de los muertos, y es considerada una bebida utilizada por los iniciados para comunicarse con el mundo de los espíritus. Se conoce también como “vino del alma” o “vino de los muertos”. Cada zona la denomina de una forma diferente. A lo largo de toda la cuenca del Amazonas recibe diferentes denominaciones, según la región: en Ecuador, “natema”; en Brasil, “jurema”, “chá” o “daime”; y en Colombia, “yagué”.
En la selva peruana es conocida como “ayahuasca” y llamada popularmente “purga”, debido a sus efectos eméticos y de limpieza.
“La ayahuasca es el resultado de la decocción de varias plantas, durante horas, fundamentalmente lianas de bejuco (Banisteriopsis caapi), con gran contenido en inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO), fundamentalmente harmina y harmalina, con hojas de chacruna, arbustos del género Psychotria, con gran contenido del potente alucinógeno denominado dimetiltriptamina (DMT). Esto se hace porque a nivel intestinal los IMAO inhiben la metabolización de la DMT, lo que la inutilizaría como sustancia psicoactiva”, explica Climent.
La ayahuasca era poco conocida en Occidente hasta hace unos años, cuando ha ido difundiéndose asociada a rituales y pseudoterapias por la capacidad de facilitar un estado de introspección personal. Su expansión fuera de Sudamérica se ha producido debido al uso ritual en diferentes movimientos religiosos de carácter sectario, como es Santo Daime y la Uniao do Vegetal.
“En España, las primeras referencias sobre la ayahuasca datan de 1996 en Ibiza, y después se ha ligado a las sectas mencionadas anteriormente. En los últimos años ha habido un aumento en su expansión. Sin embargo, no está ligada a un uso recreativo”, relata el miembro de Socidrogalcohol.
Canales de venta de la ayahuasca
La ayahuasca es legal en los países de origen. Respecto a los canales de venta en España, Climent menciona dos: en internet o por medio de “expertos” o chamanes -personas supuestamente dotadas de poderes sobrenaturales para sanar a los enfermos, adivinar e invocar a los espíritus-.
Preparación del brebaje
Existe una gran variedad de maneras de preparar la ayahuasca dependiendo de la zona geográfica. Varían las cantidades a utilizar, los recipientes, la manera de conservar la liana entre su recolección y su cocción, la intensidad y duración de la cocción, los agregados adicionales a la pócima, así como el modo de conservación del brebaje.
El experto en Toxicología señala que se trata de una infusión de tallos de una liana leñosa (Banisteriopsis caapi), junto a hojas de otras plantas, como Psychotria viridis (o chacruna) y Diplopterys cabrerana. “Las proporciones de cada una son variables y también varía el tipo de plantas que se mezclan”.
¿Qué efectos provoca?
Climent reconoce que, con la forma habitual de uso, no es probable que la ayahuasca genere adicción. Sin embargo, enumera los siguientes efectos sobre las personas que la consumen:
Sensación de euforia y bienestar.
Aumento de las percepciones somáticas con distorsiones en la percepción visual con los ojos abiertos y visiones oníricas con los ojos cerrados.
Labilidad emocional (alteración del estado emocional) y modificación del contenido y velocidad del pensamiento.
Efecto simpaticomimético, que produce un aumento de la presión arterial y taquicardia.
Alteraciones sensoriales con hormigueo, acartonamiento, mayor sensibilidad al frío y el calor y al tacto. Náuseas y vómitos. Posibilidad de producir un síndrome serotoninérgico.
De uso tradicional en la cuenca amazónica, la ayahuasca es preparada para su consumo en grupo por un chamán, produciendo cierto efecto sedante, alucinaciones visuales y auditivas (visiones agradables de colores intensos) y consiguiendo tener sensaciones de viaje astral o extracorporal. Este rito podría servir para poder beber el producto, que es bastante amargo y que puede producir como efectos secundarios frecuentes náuseas, vómitos y diarreas, a veces de larga duración.
¿Su consumo puede desencadenar algún trastorno mental?
Cualquier droga psicoactiva, sea alucinógena o no, puede desencadenar la aparición de un trastorno mental, tanto si el paciente ya presentaba predisposición personal como si no.
En concreto, dice Climent, “hemos visto alguna intoxicación por ayahuasca que ha cursado con episodio delirante con agitación psicomotriz muy intensa. Estas sustancias están contraindicadas en pacientes que ya presentan trastornos mentales”.
¿Tiene otros riesgos para la salud?
La actividad simpaticomimética ocasionada al consumir ayahuasca produce un aumento de transmisores adrenérgicos y serotoninérgicos, que va a ocasionar el aumento de presión arterial y frecuencia cardiaca, pudiendo llevar consigo trastornos cardiovasculares secundarios.
Asimismo, esta estimulación simpática puede ocasionar crisis epilépticas.