Asumió un nuevo comandante de la OTAN en Afganistán en medio de renovada escalada de violencia terrorista - 800Noticias
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Con información de AFP / EFE

El teniente general estadounidens Austin Scott Miller asumió este domingo la comandancia de las tropas de la OTAN en Afganistán, relevando al general John Nicholson en medio de una fuerte escalada de la violencia entre el gobierno afgano, los talibanes y el Estado Islámico (ISIS, en inglés).

«Para salir victoriosos, debemos aprender continuamente y adaptarnos al enemigo y al ambiente», dijo Miller, que será también jefe de las fuerzas de Estados Unidos en el país, durante la ceremonia en el cuartel general de la Alianza Atlántica en Kabul.
Nicholson, que había asumido su mandato en marzo de 2016, se despidió afirmando que la paz en Afganistán «no sólo acaba con el sufrimiento de la gente afgana», sino que también «hace el mundo entero más seguro».
Tras más de dos años en el cargo, fue el comandante que más tiempo permaneció en el cargo durante los 17 años de intervención de la OTAN en el país, iniciada en 2001.
Al acto de asunción de Miller asistieron altos cargos del Gobierno afgano, como el ministro de Interior, Wais Ahmad Barmak, y el asesor de Seguridad Nacional, Hamdullah Mohib, además de representantes de la comunidad internacional, como embajadores y el jefe de la misión de la ONU en Afganistán, Tadamichi Yamamoto.
El cambio en la comandancia se produce después de que esta semana el Pentágono reiterase que la presencia de tropas estadounidenses en Afganistán, que se encuentran en tareas de capacitación a las tropas locales y antiterroristas, no será duradera.
Tras invadir el país en 2001 para derrocar a los talibanes en el poder, la OTAN puso fin a su misión de combate en Afganistán en enero de 2015 y mantiene en la actualidad cerca de 16.000 efectivos de 41 países miembro en tareas de capacitación y entrenamiento a las fuerzas afganas. Esta fuerza también presta apoyo aéreo.
En los últimos tres años y medio, el conflicto afgano se ha recrudecido hasta el punto de que el Ejecutivo afgano tiene control de apenas el 56 % del país, de acuerdo con información difundida a final del año pasado por el Inspector Especial General para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR), del Congreso de EEUU.
El resto del territorio, en su mayoría árido, pobre y rural, se encuentra bajo el control de los talibanes, quienes fueron derrocados en 2001 debido al presunto cobijo que dieron a Osama Bin Laden, fallecido líder del grupo terrorista Al Qaeda, y a la célula que atentó con las Torres Gemelas en Nueva York.
La OTAN, liderada por Estados Unidos, no logró en estos 17 años derrotar completamente a los talibanes, y en junio de este año incluso se iniciaron rondas de negociación entre ambas facciones en Qatar, un  hecho sin precedentes.
Pero los ataques contra puestos del gobierno afgano en todo el país continuaron, situación agravada por los recurrentes atentados suicidas de la celúla local del ISIS, más pequeña pero extremadamente violenta, la cual también se enfrenta a los talibanes.
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