Anastasia Fialkov, del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, dijo a Science Alert que estos eventos podrían ser de gran relevancia.
“Creemos que pueden penetrar la niebla interestelar, se pueden ver a grandes distancias. Esto podría permitirnos estudiar el ‘amanecer’ del Universo de una nueva manera”, indicó.
En 2001, el radiotelescopio australiano Parkes recibió una señal tan fuerte que en solo 5 milisegundos emitió tanta energía como el Sol en un mes. Se conoce como el “estallido de Lorimer” en honor a su descubridor y es la primera de una pequeña lista de señales del espacio denominadas “ráfagas rápidas de radio”.
Lo que aún se desconoce es qué causa estos estallidos, o si hay distintos tipos. La mayoría solo son detectados una vez, lo que dificulta su investigación. Podrían provenir de estrellas de neutrones, pero también de agujeros negros.
Si bien se trata de una detección real, la señal acaba de ser anunciada y no ha sido revisada aún por otros investigadores para verificar que, efectivamente, provenga del espacio.