Asoquim presenta propuestas para mejorar al sector
La Asociación Venezolana de la Industria Química y Petroquímica, ASOQUIM, presentó una propuesta para convertir las empresas del sector en uno de los principales motores para el desarrollo económico de Venezuela.
«Es posible aumentar la producción nacional, incrementar las exportaciones y sustituir importaciones si se toman medidas correctas», planteó Juan Pablo Olalquiaga, presidente de ASOQUIM. «Todo es química, pues la producción de otros sectores vitales, como los de alimentos y medicinas, depende de cadenas productivas en los que la industria química es un eslabón fundamental».
Precisó que si las empresas del sector pueden superar la menguada situación actual, eso repercutirá positivamente en el resto de la economía. «Para lograrlo es necesario asegurar el suministro continuo y confiable de insumos nacionales, el acceso a materias primas internacionales y el establecimiento de políticas que permitan inversiones productivas».
Puso como ejemplo las fallas en el suministro de partes y repuestos para la operación de las plantas y de la flota de transporte, así como las interrupciones en el acceso a materia prima importada, que están afectando a los sectores de Gases Refrigerantes, indispensables en la conservación de alimentos, y de Gases del Aire, que se usan tanto en industrias, como en clínicas y hospitales.
«Los insumos nacionales, que en la actualidad se suministran en volúmenes insuficientes, deben alcanzar las cantidades adecuadas y ser entregadas de forma oportuna», comentó Olalquiaga.
En la elaboración de pinturas, pegamentos y similares, se necesitan envases de hojalata provenientes de una de las empresas básicas de Guayana. Igualmente se requiere el suministro de resinas plásticas para la elaboración de los envases indispensables en sectores como los de alimentos y lubricantes.
La producción química nacional depende también de la importación de materia prima importada. «Hoy en día el principal obstáculo a superar es la deuda en divisas que mantiene el gobierno venezolano con proveedores internacionales por importaciones autorizadas y realizadas principalmente en 2013 y 2014, que aún no han sido pagadas. Por esta razón las líneas de crédito han colapsado y muchos suplidores internacionales han dejado de venderle a empresas venezolanas. Sólo reiniciarán los despachos cuando se les cancele la deuda, que asciende en este momento a 416 millones de dólares», expresó el presidente de ASOQUIM.
Refirió que desde mediados de Noviembre las liquidaciones de divisas (ALD) han sido escasas, no ha habido más subastas de SICAD y el uso de mecanismo SIMADI está muy limitado.
Para los industriales químicos la liquidación regular de divisas para reanudar los acuerdos con los proveedores internacionales es un asunto de interés nacional. Estiman que en la medida que el sector químico cuente con las materias primas importadas esenciales y pueda aumentar su producción, lo harán también empresas de otros sectores que dependen de sus productos en la cadena industrial.
Olalquiaga manifestó que la situación actual no es fácil pero puede ser superada. «En el año 2005, la industria química fue un proveedor neto de divisas al país. Según cifras oficiales, ese año aportamos al país 37 millones de dólares netos, resultado de una balanza comercial positiva. La realidad actual es muy distinta. La producción nacional ha caído como consecuencia de muchos obstáculos que deben ser superados para avanzar en la satisfacción del mercado nacional, e inclusive retomar la actividad exportadora», describió.
Recordó que el Ejecutivo Nacional ha manifestado en reiteradas ocasiones la necesidad de que las empresas venezolanas exporten, sustituyan importaciones y generen divisas. «En ese sentido, el sector químico lo ha hecho en el pasado y puede volver a hacerlo. Sólo se requiere voluntad para superar los obstáculos que están limitando el desarrollo de la industria química nacional».
«El que las industrias del sector químico operen a plena capacidad no es solo la salida a la situación actual, sino también la entrada a la prosperidad, porque un país es tan fuerte como lo son sus industrias», sostuvo Juan Pablo Olalquiaga.