Asocian AstraZeneca a ligero aumento del riesgo de trombocitopenia
EFE
La primera dosis de la vacuna de AstraZeneca puede estar asociada con «un pequeño aumento» del riesgo de un trastorno hemorrágico conocido como púrpura trombocitopénica inmune (PTI), que puede causar pequeños hematomas y sangrado fácil o excesivo en algunos pacientes.
La investigación, publicada en Nature Medicine, también sugiere que puede haber evidencias de un mayor riesgo de otros eventos hemorrágicos y de tromboembolismo arterial asociados a la vacuna de Oxford-AstraZeneca.
La frecuencia estimada de PTI es de once casos por millón de dosis entre los vacunados con el primer pinchazo y en un periodo de hasta veintisiete días, indica la investigación.
El equipo integrado por científicos británicos indicó que el aumento de riesgo de PTI es «similar» al de otras vacunas, como la de la hepatitis B, el sarampión o la gripe, que oscilan de diez a treinta casos de esta enfermedad por millón de dosis.
La PTI es un trastorno trombocitopénico, es decir, caracterizado por un bajo recuento de plaquetas, que puede ser asintomático, suponer un aumento del riesgo de sangrados o, en algunos casos, de coagulación.
Aunque este estudio se suma a las pruebas que relacionan la vacunación con AstraZeneca con los coágulos sanguíneos y la PTI, aún no se ha demostrado definitivamente una asociación causal, lo que se sigue investigando, agregó el equipo.
En cuanto a la edad, las personas con más riesgo de sufrir PTI tenían una media de 69 años y solían padecer un problema de salud crónico subyacente, por ejemplo diabetes o enfermedad renal, explicó en una rueda de prensa virtual Chris Robertson, uno de los autores del estudio de la Universidad de Strathclyde.
El equipo, encabezado por la Universidad de Edimburgo, analizó datos de la vacunación de casi 2,5 millones de adultos en Escocia con AstraZeneca y Pfizer para ver si había relación entre esos preparados y posibles casos de trombocitopenia, otros eventos hemorrágicos y tromboembolismos.
Los investigadores no dispusieron de datos suficientes para concluir si existía un vínculo entre el preparado de AstraZeneca y la trombosis de senos venosos cerebrales, una enfermedad poco frecuente en la que se forma un coágulo de sangre en el cerebro, señaló Colin Simpson, de la Universidad Victoria de Wellington.
Aunque hubo 1,7 millones de vacunaciones con el preparado anglo-sueco, «afortunadamente vimos muy pocos casos» de ese tipo de trombosis como para «hacer un análisis que fuera fiable», destacó en el encuentro virtual.
En el caso de la vacuna de Pfizer y tras una primera dosis, el estudio señala que no encontraron evidencias de un aumento del riesgo para las enfermedades estudiadas.
El equipo analizó datos de adultos que recibieron, entre diciembre de 2020 y abril de 2021, la primera dosis de AstraZeneca (1,71 millones) o Pfizer (800.000 personas). También se administraron menos de 10.000 preparados de Moderna, por lo que no se tuvieron en cuenta para el estudio.
Los autores subrayan en el estudio que estos resultados deben entenderse en el contexto de los claros beneficios de la vacuna de AstraZeneca y que el «riesgo de desarrollar un evento adverso grave relacionado con la vacuna es mucho menor que el riesgo de enfermedad grave o muerte causada por el SARS-CoV-2, en particular para los ancianos y otras poblaciones vulnerables».
En ese sentido, Azik Sheikh, otro de los firmantes de la Universidad de Edimburgo, señaló en la rueda de prensa que animan «encarecidamente» a las personas a que vayan a vacunarse cuando reciban la cita.
El estudio tiene algunas limitaciones, entre las que citan la inclusión de pocos menores de 40 años, en especial vacunados con AstraZenca, debido a los plazos de la estrategia de inmunización, y recuerdan que la PTI es una enfermedad que se diagnostica por exclusión.
Además, había poca cantidad de población con la pauta completa de vacunación cuando se desarrollo el estudio, por lo que ese grupo no fue analizado de forma separada. EFE