Así puede calmar el dolor lumbar de forma natural
Agencias
En las conclusiones de un reciente estudio de la Universidad de Sidney, Australia: en la actualidad no existen analgésicos simples que proporcionen un alivio “real” para el dolor de espalda, lo que significa que incluso un placebo podría tener el mismo efecto.
Y no solo eso: cada vez más investigaciones apuntan que hay maneras más sencillas y eficaces de alejar esas molestias. El portal de salud Saber Vivir enumeró las más efectivas.
Estira tus vértebras
Una reciente investigación del Boston Medical Center (EEUU) demostró que una terapia basada en estiramientos de ayuda a revertir el dolor sin necesidad de tomar fármacos. Y es que flexibilizar la columna (y la musculatura que la rodea) tiene efecto «analgésico».
Estírate en el suelo: Pon una mano en cada rodilla y acerca las piernas hacia el abdomen. Siente el estiramiento de la zona lumbar y gira lentamente de lado a lado.
De rodillas: Estírate hacia delante. Pon la mano derecha sobre la otra, inclina el cuerpo hacia la derecha y balancéate. Cambia de lado y repite.
De pie: Deja caer el cuerpo hacia delante (sin hacer rebotes). Siente cómo las vértebras se van separando. Aguanta un minuto. No hace falta que llegues a tocar el suelo. Si sufres lumbalgia, consulta con tu médico.
Elimina los cauchitos
Cuando la barriga «pesa» la columna se desvía levemente hacia atrás para corregir el equilibrio del cuerpo (para que no se incline hacia delante).
Ese exceso de curvatura de la espalda hace que por cada kilo de peso extra se ejerza una presión de 4 kg más sobre cada una de las vértebras lumbares, las de la zona baja.
Si eliminas ese «cinturón de grasa» y mantienes fuertes los músculos que rodean las vértebras, eliminarás tensión, recuperarás estabilidad y alejarás el dolor.
Los ejercicios abdominales pueden perjudicar pero los hipopresivos (si no hay hipertensión) son efectivos y seguros.
Si apuntases en un papel cuándo te duele más la espalda y cómo estás ese día, es muy probable que llegases a esta conclusión: cuanto más nervios acumulas, más te duele.
Ante una situación estresante tu organismo entiende que tiene que estar preparado para “reaccionar” y segrega una gran cantidad de adrenalina para permitir esta respuesta.
Los vasos sanguíneos se estrechan, se reduce el flujo sanguíneo y los músculos se contraen para permitir una “huida” a tiempo.
El estrés tensa los músculos y magnifica la sensación de dolor
El problema es que si vives siempre con estrés, la producción de esta hormona es constante y los músculos permanecen tensos durante demasiadas horas. Por eso aparecen dolores de espalda, lumbalgia…
Además, los nervios se activan cuando vives con estrés, lo que hace que percibas con más intensidad cualquier molestia.