Asesinan en Colombia a segundo al mando del Clan del Golfo
EFE
Wilmar Antonio Giraldo, alias «Siopas», quien según las autoridades era el segundo al mando del Clan del Golfo, la mayor banda criminal de Colombia, fue asesinado en la zona rural del departamento de Antioquia (noroeste), informó este miércoles la Policía.
El comandante del departamento de Policía Urabá, el coronel Óscar Hernán Cortés Dueñas, dijo en una declaración que el cuerpo de Giraldo fue encontrado a tres kilómetros del municipio de Dabeiba, en la vía a Uramita, y que fue sometido a varias pruebas científicas para corroborar su identidad.
«Como resultado de estas pruebas hemos encontrado el cuerpo de Wilmar Antonio Giraldo Quiroz, alias ‘Siopas’, segundo cabecilla de las AGC (Autodefensas Gaitanistas de Colombia, el otro nombre del Clan del Golfo) en Colombia», detalló el alto oficial.
El coronel Cortés agregó que alias «Siopas» estaba «al mando absoluto de todas las acciones criminales en el departamento de Chocó y en el Pacífico colombiano. Seguimos en toda la investigación para verificar los móviles del homicidio con todas las capacidades institucionales».
Heredero de alias «Otoniel»
Por Giraldo, que era uno de los herederos de Dairo Antonio Úsuga David, alias «Otoniel», extraditado a Estados Unidos en 2022, las autoridades colombianas ofrecían una recompensa de hasta 5.000 millones de pesos (un poco más de un millón de dólares).
Medios locales indican que el asesinato de alias «Siopas» se produjo por disputas internas del Clan del Golfo, entre ellas referentes a la posibilidad de que esta organización armada se someta a la «paz total» propuesta por el Gobierno colombiano.
Además, el asesinado jefe paramilitar tenía diferencias con otros mandos por millonarias propiedades -tierras, fincas, ganado, empresas fachadas, entre otras-, todo adquirido, supuestamente, con dineros del narcotráfico.
Tras la desmovilización de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) nacieron varias bandas criminales, entre ellas el Clan del Golfo o AGC, una fachada política para sus actividades delictivas centradas en narcotráfico, minería ilegal, extorsión y secuestro, entre otras.
La inteligencia colombiana asegura que Giraldo y sus hombres tenían sus redes delictivas en el departamento del Chocó, especialmente en el Pacífico, por lo que está vinculado con el asesinato de líderes sociales de la zona que se oponían al accionar del Clan del Golfo.
Desde que el Gobierno de Colombia extraditó a alias «Otoniel», en mayo pasado, este grupo empezó una campaña de retaliación, una embestida que incluyó una semana de paro armado que puso en jaque el norte y noroeste del país en mayo pasado.
Detrás de ese paro armado estuvo «Siopas», quien fue guerrillero de las FARC y luego pasó a otras bandas criminales y finalmente se unió al Clan del Golfo, del que también fue su «jefe militar».
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