Aseguran que en el seno de la OPEP hay problemas con Venezuela
EFE
La OPEP dejó este jueves a los mercados petroleros sin la esperada noticia de que recortará sus suministros al supeditar su decisión a la adhesión de Rusia y otros aliados, con los que se reunirá este viernes.
Tras unas seis horas de sesión a puerta cerrada, la 175 conferencia ministerial de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) concluyó de forma inusual: sin declaración final y sin rueda de prensa.
«Seguimos deliberando», dijo a los periodistas el ministro saudí de Energía, Jalid al-Falih, tras el encuentro de este jueves.
Nada más conocerse la decisión los precios del crudo acentuaron su caída y el petróleo de Texas (WTI), referencia en Estados Unidos, perdía más del 4 % hasta los 50,61 dólares.
La negociación sobre un recorte de la oferta para apuntalar el precio del barril quedó así pospuesta hasta la reunión de la llamada OPEP+, la alianza de la organización con nueve productores externos que hace dos años se sumaron a la estrategia de recortes de suministros, convocada para este viernes.
Según Al-Falih, la opción que más aceptación encontraría entre todos sería una reducción en el orden de 1 millón de barriles diarios (mbd) del conjunto de las extracciones de los 25 países participantes.
Pero hasta el momento no se divisaría un acuerdo sobre el grado de «participación» de cada uno, es decir, cómo se debe distribuir la carga de tener que extraer y vender menos crudo.
Ante la situación, el ministro de Arabia Saudí -líder natural de la OPEP por ser de lejos su mayor productor- dijo no tener mucha confianza en que se logre el consenso necesario y estimó que las negociaciones de mañana podrían durar «todo el día».
Desde que varios comités internos de la organización advirtieran del riesgo de que un exceso de suministros cause un desplome de los «petroprecios» y aconsejara limitar la producción en cerca de 1,3 mbd, en los mercados se espera un recorte.
Solo el hecho de que esta mañana llegaran rumores de que la reducción podría ser menor de la esperada bastó para impulsar a la baja la cotización del crudo.
Aparentemente, Rusia, líder de los «No-OPEP», solo habría aceptado reducir de forma muy moderada su bombeo, en torno a unos 150.000 mbd (de un total de más de 11 mbd), cerca de la mitad de lo planteado inicialmente.
Pero según se ha filtrado a la prensa, también en el seno de la OPEP hay problemas, con algunos socios, como Venezuela o Irán, que se niegan a modificar su cuota de producción debido a la caída involuntaria que sufren sus industrias petrolíferas.
Además, hay miembros que consideran que quienes más deben cerrar ahora los grifos son aquellos que más los han abierto en los últimos meses (como Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos), contribuyendo así a la creciente oferta mundial.
Tras reunirse este miércoles en Viena con Al-Falih, el ministro de Energía ruso, Alexander Novak, regresó a su país para consultar con el presidente, Vladímir Putin, los próximos pasos a dar.
Se espera que Novak vuelva mañana a Viena con la respuesta, de la que dependerá en gran medida la decisión definitiva sobre los niveles de extracciones que mantendrá la OPEP+ en 2019.
En todo caso, cabe suponer que una eventual falta de acuerdo le vendría como anillo al dedo al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ayer pidió que nada cambie.
«Esperemos que la OPEP mantenga el flujo de crudo tal y como está, sin restricciones. El mundo ni quiere ni necesita un aumento del precio del petróleo», escribió Trump en un tuit.
Por otro lado, la conferencia ha estado marcada por la decisión de Catar de abandonar la OPEP el próximo 1 de enero, anunciada por Doha el lunes de forma sorpresiva.
El ministro qatarí de Energía, Saad al Kaabi, justificó la decisión de abandonar la OPEP con los planes del país de concentrarse en el negocio del gas, y aseguró que nada tenía que ver con el aislamiento regional que sufre, orquestado por Riad.
Pero sí comentó luego que la OPEP está de facto «controlada por un solo país», en clara alusión al papel dominante de los saudíes.
«Catar es uno de los países hermanos, con una larga trayectoria en la OPEP», dijo hoy el ministro de Petróleo de Venezuela, Manuel Quevedo, quien el próximo año ocupará la presidencia rotativa y anual de la organización.
«Siempre están invitados a seguir permaneciendo en la organización, a que regresen», añadió.
También su homólogo ecuatoriano, Carlos Pérez, lamentó la retirada del socio y dijo que confía en que continúe la cooperación.