Aseguran que Agropatria no puede abastecer todo el mercado
Redacción.- El Centro de Divulgación Económico para la Libertad (Cedice),en un trabajo de investigación, da cuenta de los errores del gobierno en materia económica y cómo la toma forzosa de Agroisleña afectó la actividad agrícola, reseñó El Estímulo.
“Se tiende a culpar al productor o a la cadena de comercialización y la irritación se hace presente hacia este sector de la economía que hace milagros por mantenerse en el mercado”, aseguró Cedice.
La organización sostiene que hay que explicar a la población que se trata de decisiones equivocadas que el gobierno toma de manera inconsulta e irracional con resentimiento contra la empresa.
Las asociaciones civiles Cedice Libertad y Liderazgo y Visión desarrolló la investigación “De Agroisleña a Agropatria”, elaborada por la periodista Carmen Sofía Alfonzo y con presentación de la socióloga Isabel Pereira.
Agroisleña fue expropiada el 3 de octubre de 2010, según decreto presidencial 7.700, publicado en la Gaceta Oficial 39.523. El gobierno acusó a Agroisleña de vender insumos con sobreprecios de hasta 250%.
De Agroisleña a Agropatria
Los préstamos que otorgaba Agroisleña a los productores eran aprobados “rápidamente y sin mucho papeleo”, dijo un ex trabajador.
“Era un verdadero banco de financiamiento a los productores primarios”, agregó la fuente del sector industrial, quien explicó que la empresa les entregaba a los clientes los insecticidas, herbicidas y demás insumos que requerían para la cosecha a crédito, y les daban entre 60 y 120 días para cancelarlos. Culminado el lapso, los productores podían saldar el préstamo con cosecha, que después Agroisleña procesaba en sus silos y vendían a la agroindustria.
La fuente dijo que además de los insumos agrícolas, la compañía ofrecía tecnología: sistemas de riego, sembradoras, abonadoras y equipos de fumigación, entre otras herramientas indispensables en el campo; y aseguró que todas estas máquinas los productores las pagaban también con cosecha. “Nunca Agroisleña recibió dinero por esto tampoco”, recalcó.
A pesar de que Agropatria continúa recibiendo cosecha como forma de pago, el otorgamiento de créditos es más engorroso y restrictivo, dijo el ex empleado. Agregó que los plazos para pagarlos son más cortos, no pasan de 60 días.
Desde que la compañía pasó a manos del Estado, el gobierno decidió que los consejos comunales se encargarían de administrar y comercializar los insumos y otorgar los préstamos.
“Para optar por un crédito hay que llevar muchos papeles al consejo comunal, los cuales luego de revisarlos, mandan técnicos a medir los terrenos y verificar que lo que dicen los documentos es cierto. Una vez que el consejo comunal lo valida, lo remite a Agropatria, donde el proceso comienza de cero. Nuevamente vuelven a revisar los papeles y a enviar personal a las tierras. Todo esto toma semanas, cuando en Agroisleña la aprobación de financiamientos era cuestión de horas”, señaló.
La investigación reveló que después de superados los trámites para la obtención del crédito, los productores enfrentan otra traba: la poca disponibilidad y variedad de productos y equipos agrícolas, lo que era una de las fortalezas de Agroisleña.
Vicente Pérez, director ejecutivo de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro) dijo que con los insumos de Agropatria pasa lo mismo que con los alimentos regulados, que por estar subsidiados marcan precios muy bajos, que perjudican a todo el sector. “Todo el mundo quiere comprar estos productos porque son baratos, pero eso no es posible. Tanto productores como el gobierno debemos convencernos que Agropatria no puede abastecer 100% del mercado efectivamente. No lo hizo antes, menos lo podrá hacer ahora”, recalcó.
El Centro Nacional de Comercio Exterior le debe al sector alrededor de 70 millones de dólares desde octubre de 2014, afirmó Cedice en su investigación. Esto ha imposibilitado a los importadores traer más mercancía porque los proveedores internacionales tienen cerradas las líneas de créditos y detenidos los despachos al país.