Arrestan en EEUU a magnate venezolano por supuesta corrupción en compra de alimentos
800 Noticias
A lo largo de la última década, el afluente venezolano Naman Wakil viajó por todo el mundo en busca de negocios mientras vivía con su familia en un lujoso apartamento de Coconut Grove de $3.5 millones con vista a la Bahía de Biscayne.
El martes por la mañana, agentes federales arrestaron a Wakil en un vasto caso de conspiración de lavado de dinero, acusándolo de acumular ilícitamente una fortuna de cientos de millones de dólares a través de contratos de alimentos y petróleo con el gobierno venezolano y luego desviar parte del dinero sucio hacia el lujoso mercado inmobiliario de Miami-Dade.
Wakil es acusado por las autoridades de Estados Unidos porque invirtió sus ganancias que obtuvo ilícitamente en el apartamento de su familia en Residences at Vizcaya, en Hiawatha Avenue en Coconut Grove, así como en unidades en Brickell Avenue, en el centro de Miami, y en el Porsche Design Tower en Sunny Isles Beach, entre otros activos inmobiliarios.
El abogado defensor de Wikil, Stephen Binhak, no pudo ser contactado de inmediato para hacer comentarios. Se espera que Wakil, de 59 años, tenga su primera audiencia en un tribunal federal esta semana.
El arresto de Wakil fue realizado por la unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional, que ha estado a la vanguardia de los casos de corrupción y lavado de dinero venezolanos en Miami.
La mayor parte del dinero extraído ha terminado en cuentas bancarias suizas y extranjeras, junto con inversiones en bienes raíces del sur de Florida, reseña El Nuevo Herald.
La malversación de miles de millones de dólares del gobierno socialista de Venezuela, particularmente de su principal fuente de efectivo, la compañía petrolera nacional conocida como PDVSA, ha contribuido al drástico colapso económico de la nación sudamericana, obligando a millones de personas a huir a países vecinos y a Estados Unidos, aseguran las autoridades estadounidenses.
Wakil, un empresario de origen sirio, ganó notoriedad en 2016 cuando apareció en una serie de artículos elaborado por la cadena McClatchy, empresa matriz de el Miami Herald, sobre los Papeles de Panamá, que expuso la creación de miles de empresas fantasmas que controlaban cuentas bancarias en paraísos fiscales por los clientes adinerados de un bufete de abogados panameño, Mossack. Fonseca.
En la primavera de 2015, según una nota de McClatchy, un banquero de Citigroup con sede en Miami envió un correo electrónico al bufete de abogados panameño con una consulta sobre un cliente adinerado que necesitaba ayuda.
Los correos electrónicos de Mossack Fonseca filtrados identificaron a ese cliente como Wakil, empresario venezolano con una fortuna estimada en unos $400 millones con intereses comerciales tanto en Carolina del Norte como en Miami.
Wakil quería reducir su obligación tributaria estadounidense y proteger sus activos de los acreedores, indica el memorando de su abogado.
El bufete de abogados panameño propuso crear una serie de fideicomisos y sociedades offshore para el cliente. Pero Wakil se vio envuelto un año después en un escándalo que lo vinculó a un general venezolano en una supuesta estafa que generó ganancias por $76 millones.
Wakil, un residente estadounidense con pasaporte venezolano, fue nombrado en un libro de 2015 llamado “El Gran Saqueo”, que alega que el estado venezolano es víctima de prácticas generalizadas de corrupción. Posteriormente, un sitio de noticias de investigación en línea, www.cuentasclarasdigital.org, publicó un informe alegando que Wakil había proporcionado casi $6 millones a los cuñados de un poderoso general venezolano, Carlos Osorio Zambrano, a cambio de un lucrativo contrato de suministro.
En 2019, Bloomberg describió a Wakil como un ex vendedor ambulante que acumuló una gran riqueza a través de la compra de productos cárnicos con descuento que se vendieron a precios enormemente inflados al gobierno venezolano.
Wakil, que nació en Alepo, emigró a Venezuela y vivía en el distrito de Petare de Caracas, uno de los barrios marginales más grandes del mundo y pasó de vender mercancía en las calles a acumular una inmensa riqueza.
Según los hallazgos de una comisión de auditoría venezolana, tenía una relación cercana con Osorio, un general de división del ejército venezolano que supervisaba miles de millones de dólares en contratos de alimentos como ministro de alimentos de la nación.