ARGENTINA | Salvaje asesinato de una adolescente reactiva la lucha contra el femicidio
Con información de El País
La argentina Lucía Pérez, de 16 años, fue drogada, violada y empalada en la ciudad costera de Mar del Plata. Tras abusar sexualmente de ella hasta su muerte, los asesinos lavaron su cuerpo y le cambiaron la ropa. La llevaron a un centro de salud y dijeron que había perdido el conocimiento por una sobredosis. Los médicos no lograron reanimarla. Esa es la reconstrucción realizada por la Fiscalía de uno de los femicidios más salvajes registrados en Argentina y que ha motivado la convocatoria de un paro de mujeres y de una manifestación de repudio para este miércoles.
Matías Farías, de 23 años, y Juan Pablo Offidani, de 41, están imputados de abuso sexual seguido de muerte. En las últimas horas, la policía ha detenido a un tercer sospechoso, Alejandro Alberto Masiel, acusado de haber intentado encubrir el femicidio, que fue perpetrado en la noche del 8 de octubre.
«Jamás vi una conjunción de hechos tan aberrantes», dijo la fiscal, María Isabel Sánchez, al informar a los medios sobre el crimen. Según la hipótesis de Sánchez, la adolescente contactó con los dos primeros imputados por una amiga que quería comprarles marihuana. El día del crimen, abandonó su casa con ellos y se dirigieron juntos a la casa de Farías, donde fue «fue presa de la voluntad de los autores del hecho». Tomó marihuana y cocaína «en grandes cantidades» y fue «violada vía vaginal y anal, no sólo con el pene del hombre que lo hizo sino también utilizando un objeto romo, como pudo haber sido un palo». Su muerte fue ocasionada por «un reflejo vagal» como consecuencia del violento abuso con uno de esos objetos. La Policía encontró una gran cantidad de preservativos usados y elementos de uso sexual en la escena del crimen.
El femicidio ha conmocionado a todo el país y en especial a Mar del Plata, una ciudad de 600.000 habitantes situada 400 kilómetros al sur de Buenos Aires. La víctima, que cursaba el quinto año de secundaria, era hija de una familia trabajadora, que se ha movilizado junto a miles de vecinos para exigir una «condena ejemplar» para los asesinos.
Desde el crimen de Lucía Pérez, al menos otras tres mujeres han sido asesinadas en Argentina. Silvia Filomena Ruiz, de 55, fue acuchillada por su expareja en la localidad bonaerense de Florencio Varela el pasado jueves. Marilyn Méndez, de 28 años y embarazada de tres meses, fue asesinada del mismo modo un día después también por su expareja en Santiago del Estero (norte). Vanesa Débora Moreno, de 38 años, fue apuñalada este domingo por su marido en la localidad bonaerense de Lanús. La Justicia investiga la muerte de Milagros Barazutti, de 15 años, que fue hallada muerta el fin de semana en un descampado de Mendoza, al oeste del país, sin señales de violencia.
La Corte Suprema de Justicia de Argentina registró 235 femicidios en 2015, uno cada 36 horas en promedio, mientras que un año antes la cifra fue de 225. El repudio generalizado a la violencia machista se ha visto plasmado en los dos últimos 3 de junio, con movilizaciones multitudinarias en todas las grandes ciudades del país bajo el lema «Ni una menos».
Ante el brutal asesinato de Pérez, 50 organizaciones han convocado a una huelga de una hora y a una nueva marcha el próximo miércoles. «A menos de una semana del Encuentro Nacional de Mujeres, un nuevo femicidio brutal expone la violencia a la que estamos expuestas. Por todas las mujeres que faltan, por las asesinadas y desaparecidas, contra la violencia y el terrorismo machista contra la impunidad, contra el encubrimiento, contra la inacción y complicidad estatal y policial», señala uno de los textos de la convocatoria.
Como en Polonia el último 4 de octubre, la consigna es vestirse de negro para visibilizar la violencia contra las mujeres.