Argentina no asume compromiso en la negociación de la deuda, dicen acreedores
EFE
Dos de los grandes grupos de acreedores privados con los que Argentina negocia una reestructuración de bonos por 66.238 millones de dólares acusaron este martes al país suramericano de «falta de compromiso» para llegar a un acuerdo.
El Grupo Ad Hoc de Tenedores de Bonos (Ad Hoc Bondholder Group) y el Grupo de Titulares de Bonos de Canje de Argentina (Argentine Exchange Bondholder Group) emitieron un comunicado conjunto en el que aseguraron que no hubo avances sustanciales en las conversaciones en los últimos días, negando los rumores en la prensa local sobre un acercamiento entre las partes.
«Ad Hoc Argentina Bondholder Group y Exchange Bondholder Group quieren dejar en claro que no ha habido un compromiso significativo entre ellos y las autoridades argentinas desde el 17 de junio, a pesar de informes inexactos en contrario», afirmaron los dos conglomerados de acreedores, liderados por poderosos fondos de inversión.
El 17 de junio las negociaciones entraron en tensión, con acusaciones cruzadas entre las partes, y finalmente Argentina decidió extender hasta el 24 de julio el plazo de adhesión a la oferta de canje que lanzó en abril y que es rechazada por la mayoría de los tenedores de bonos.
En estos poco más de dos meses de arduas negociaciones, el Gobierno argentino y los grandes grupos de acreedores han acortado sus diferencias respecto al valor presente neto de la oferta lanzada en abril y las pretensiones de cobro expresadas por los inversores en sus contrapropuestas.
Mientras que la oferta inicial argentina estaba valorada en 40 dólares por cada 100 dólares de deuda a reestructurar y los acreedores exigían unos 60 dólares, ahora la brecha se ha reducido a unos 8 dólares como máximo.
Sin embargo, según lo ha afirmado el Gobierno argentino, el Grupo Ad Hoc, que ha presentado contraofertas conjuntas con el grupo Exchange, reclama ahora por aspectos legales de la oferta, particularmente las cláusulas que protegerían a los acreedores en caso de un eventual nuevo cese de pagos de Argentina, como el que ocurrió a finales de 2001.
Estas cuestiones legales sobre la mesa parecen haber complicado las discusiones.
«La falta de compromiso serio por parte de las autoridades argentinas es profundamente preocupante, dado que el tiempo es esencial y todas las partes deben centrarse en evitar los devastadores costos legales y económicos de un incumplimiento prolongado», advirtieron este martes los dos grupos de acreedores.
Aseguraron que «siguen listos y dispuestos a participar de manera constructiva para llegar a un acuerdo consensuado que Argentina y sus acreedores puedan apoyar».
Ambos grupos poseen en conjunto bonos de deuda argentinos por 21.000 millones de dólares.