Archie, el hijo de los duques de Sussex que rompe los moldes de la realeza británica - 800Noticias
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Por el Mundo.es

Además de ser el primer ‘royal’ británico mulato, se queda sin título ya que su padre no ha querido prestarle el de conde de Dumbarton

Sus cuidados y su crianza correrán a cargo de una niñera norteamericana, una ‘Ameri’ Poppins.

EL NOMBRE ‘VALIENTE’

Meghan y Enrique se desmarcaron de entrada con la elección del nombre, sin ilustres predecesores en la realeza británica. Archie es una abreviación de Archibald, de origen germánico. Su significado es «genuino», «audaz» o «valiente».

LA NIÑERA AMERICANA

Meghan quiere romper también con la tradición de la niñera a lo María Teresa Turrión Borrallo, la nanny española de Kate Middleton, instruida bajo los rigurosos cánones británicos en el Norland College. La duquesa de Sussex prefiere una Ameri Poppins, como titula The Daily Mirror, que asegura que una agencia de altos vuelos está buscando una niñera norteamericana. «Meghan y Harry tienen muy claro cómo quieren cuidar a sus hijos», aseguró al tabloide británico una fuente próxima a la familia. «Ella quiere que la niñera se sienta parte de la familia, y no un miembro del personal uniformado».

LA ABUELA MODERNA

Doria Ragland quiso estar muy cerca de su hija en las últimas semanas del embarazo y durante el nacimiento. A sus 62 años, piensa ejercer de abuela moderna y se ha preparado a conciencia, tomando clases con Brandi Jordan, la gurú de las madres de Hollywood. ¿

EL ABUELO LEJANO

El gran ausente en la boda volvió a dar la nota en el nacimiento de su sexto nieto. Thomas Markle, de 74 años, sigue en su desaliñado exilio mexicano en Rosarito, desde donde hizo llegar una felicitación a la madre a través de The Sun: «Dios bendiga a este niño. Ojalá sirva al pueblo y a la Corona británica con gracia, dignidad y honor». Cualquier esperanza de reconciliación padre-hija parece, sin embargo, lejana. Meghan le escribió una carta en enero pidiéndole que dejara de «victimizarla» en los medios para recomponer la relación. Pero Thomas respondió con un sonoro silencio, interrumpido apenas por el parto.

EL ‘EXILIO’ AFRICANO

Meghan y Harry comparten su amor por África. Al fin y al cabo, la chispa de la relación saltó en el Mapula Lodge de Bostwana, con puestas de sol a los pies de un árbol baobab. The Sunday Times reveló que la pareja planea un «exilio» africano de dos o tres años en el papel de «embajadores» de la Mancomunidad de Naciones, y con probable sede en Ciudad del Cabo. Los expertos en la realeza mantienen desde entonces un intenso debate sobre lo que conviene o no conviene a la pareja, con el significado de fondo de la Commonwealth como vestigio del imperio británico. Harpers Bazaarsostiene que no vivirán en África, sino que «trabajarán» allí con viajes frecuentes, el primero de ellos este otoño, acompañados por Archie. Buckingham Palace no ha confirmado ni desmentido esta noticia.

EL ‘NIDO’ FAMILIAR

Meghan lo dispuso todo para la construcción de un nido familiar en el chalé de Frogmore, cuya reforma costó 3,5 millones. La Duquesa no pudo ver cumplido su sueño de un nacimiento en casa (dio a luz al final en el hospital Portland de Londres, presumiblemente en un parto inducido), pero piensa seguir adelante con su idea de la maternidad con «apego». El palacete de diez habitaciones, en las cercanías del castillo de Windsor, cuenta con su propia sala de yoga y con un huerto familiar aledaño. Allí aspira Meghan a cultivar sus vegetales orgánicos y cocinar con ellos.

EL HERMANO INSOMNE

«Bienvenido la club de la falta de sueño»… Fueron las palabras del Príncipe Guillermo, dirigidas a su hermano ojeroso, a las pocas horas de ser padre. La cuestión de fondo es si el nacimiento de Archie volverá a acercar a los hermanos, cuya relación se ha enrarecido en los últimos meses. Primero fue la marcha de Kensington Palace, luego la decisión de Enrique de instalar su propia oficina en Buckingham. La falta de química entre Kate y Meghan tiene gran parte de culpa, y el «exilio» africano podría formar parte de una plan mayor para mantenerlas alejadas, al menos durante un tiempo. A no ser que con la llegada de Archie se consume el milagro, comparable a la resurrección de los Beatles: «¿Servirá el nuevo bebé para arreglar la relación entre los Fabulosos Cuatro?».

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