A continuación, explicamos qué tipo de cuidados y masajes podemos aplicar a nuestro rostro de manera muy sencilla. Así, activaremos la regeneración de la piel para obtener un cutis joven, limpio, hidratado y luminoso.

Cuidar y masajear el cutis es fundamental.

Exfoliación de células muertas

La piel de nuestro rostro es en realidad una acumulación de células de piel muerta que han ido ascendiendo y madurando desde el interior hasta llegar a la superficie. Si realizamos, una vez por semana, una suave exfoliación, ayudaremos a nuestro cutis a evitar arrugas y manchas, mejorar la hidratación y regeneración de la piel, prevenir la flacidez y tener una piel brillante y suave, entre otros beneficios.

Para hacerlo de la manera más sencilla y natural, en este artículo explicamos cómo preparar peelings con ingredientes caseros según el tipo de piel.

Como el cutis es una zona muy delicada, lo haremos siempre con suavidad y en forma de círculos. Evitaremos el contorno de ojos y posibles heridas o granitos muy inflamados.

¿Con qué masajeamos el cutis?

Para masajear recomendamos usar un aceite vegetal. Debemos emplear productos con una textura untuosa que no se sequen rápido como la mayoría de cremas hidratantes. Recomendamos uno de los siguientes para cada tipo de piel:

  • Seca: aceite de almendras y/o de hueso (semilla) de albaricoque.
  • Mixta: aceite de coco o de oliva.
  • Grasa: aceite de jojoba o de semilla de uva.
  • Madura: aceite de argán.
  • Acné: aceite de semilla de calabaza o de cáñamo.

La frente

Empezaremos masajeando la frente de manera horizontal, imitando el gesto como si quisiéramos abrir la frente desde el centro hacia fuera, hasta las sienes, usando todos los dedos. Después, haremos el mismo movimiento pero haciendo circulitos muy pequeños con la yema de los dedos.

El contorno de ojos

Esta zona tan delicada es donde suelen aparecer las primeras arrugas, ojeras o bolsas. Debemos tratarla con especial cariño y suavidad. Empezando en la raíz interna de las cejas, presionaremos haciendo pequeños círculos casi imperceptibles y seguiremos el recorrido hacia la parte externa de la ceja. Después, descenderemos y seguiremos todo el contorno hasta llegar de nuevo al principio de la ceja.

Al terminar, frotaremos nuestras manos para que entren en calor y apoyaremos los ojos cerrados en la palma de las manos. Este masaje, conocido como palmeo, es muy relajante y nos ayuda a relajar también la vista cansada.

Además, si tenemos los ojos secos, parpadearemos bastantes veces seguidas y finalmente, cerraremos fuerte los ojos para después relajarlos.

Debemos masajear el cutis alrededor de los ojos con mucho cuidado.

La nariz

La nariz es, según la reflexología facial, un reflejo de la columna. Masajearemos con la palma de la mano la punta de la nariz, que se corresponde con la base de la columna. Después, haremos circulitos subiendo desde la punta hasta la parte superior.

Las mejillas

Las mejillas son fundamentales para mostrar un aspecto saludable. Según su color y textura el rostro rejuvenece o envejece mucho en apariencia, por lo que también deberemos masajearlas a menudo. Empezaremos dando suaves palmaditas para activar la circulación.

A continuación localizaremos el hueso del pómulo e iremos presiondándolo ligeramente con los dedos, empezando junto a la nariz y terminando casi en la oreja. Esta zona suele tensarse y también influye en la calidad de la visión.

Los labios

Los labios también se pueden exfoliar pero con mucha suavidad, y cada dos semanas. Pero sobre todo debemos hidratarlos constantemente. Para masajearlos podemos meterlos hacia dentro y apretarlos bien, para después sacarlos hacia el exterior todo lo que podamos. También podemos hacerlos vibrar y masajearlos horizontalmente con las dos manos. En poco rato veremos como parecen más voluminosos.

La barbilla

En la barbilla haremos un masaje similar al de la frente, como si quisiéramos abrir la barbilla desde el centro, siguiendo toda la línea de la mandíbula inferior.

El cuello

El cuello también forma parte del rostro, por lo que recomendamos también exfoliarlo e hidratarlo habitualmente para evitar la flacidez. Lo masajearemos usando toda la palma de la mano, insistiendo bastante en la zona de debajo de la barbilla, donde suele aparecer la papada, para activar bien la circulación y eliminar las toxinas.

Ahora que ya conoces las mejores técnicas para masajear y exfoliar tu cutis, ¿a qué esperas para probarlas?

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