Apple celebra el décimo aniversario del iPhone con nuevo modelo
EFE
El iPhone cumplió diez años el pasado 29 de junio, después de que la primera generación de este dispositivo llegara a las tiendas, un período en el que el gigante tecnológico estadounidense Apple ha vendido más de mil millones de unidades de su producto estrella.
Diez años después del lanzamiento de su icónico teléfono inteligente iPhone, Apple presentó hoy sus nuevos modelos de iPhone 8 (iPhone 8 Plus y iPhone X), en un acto que, además, estrenó oficialmente Apple Park, el nuevo campus del gigante tecnológico.
En 1996, cuando Steve Jobs, cofundador de la compañía informática Apple, volvía a sus orígenes y tomaba asiento en la presidencia de su consejo de administración, muy pocos apostaban por el futuro de la empresa.
El iPhone ha marcado durante buena parte de la década el avance de una industria millonaria e innovadora.
Este supuesto milagro se ha sustentado en el éxito de tres desarrollos tecnológicos que han colocado a la marca Apple como referente del buen gusto, del diseño más innovador y de la tecnología de vanguardia: el reproductor musical iPod, el teléfono iPhone y la tableta iPad.
El 9 de enero de 2007, el iPhone vio la luz con la ambición de reinventar la telefonía móvil y la aspiración de «hacer historia».
«Hoy vamos a hacer algo de historia(…) Presentamos tres productos revolucionarios: un iPod con controles táctiles, un teléfono móvil revolucionario y un dispositivo avanzado de conexión a internet. No son tres dispositivos distintos, es uno sólo y lo hemos llamado iPhone», anunciaba el entonces consejero delegado (CEO) de Apple, Steve Jobs.
Meses más tarde, el 29 de junio, el primer iPhone, únicamente compatible con AT&T, se puso a la venta, por 499 dólares en su versión más económica.
El nuevo dispositivo contaba con 4GB de memoria y pantalla táctil -de 3,5 pulgadas, 8,89 centímetros-, que hacía olvidar el teclado tradicional de los móviles habituales en el mercado. Jobs no dudó en predecir que el iPhone, con el que resultaba sencillo interactuar, reinventaría la tecnología y el mercado.
El iPhone, que provocó una histeria colectiva entre sus usuarios, se confirmaba como un proyecto tan rompedor como lo fue el Macintosh en 1984 o el iPod en 2001.
Era un dispositivo rectangular, con pantalla táctil, sin teclado físico ni ratón, con conexión a internet y cámara de fotos. La clave de su éxito, según los expertos, fue la combinación de todos sus elementos, tanto de hardware como de software, en un aparato muy sencillo de utilizar.
Consiguió revolucionar la manera en la que interactuamos con la información. El iPhone supuso llevar un pequeño ordenador personal a todo el mundo, un terminal que permitía estar siempre conectado a distintos servicios y a todo tipo de información en línea.
Y no sólo fue revolucionario por el hardware o la pantalla táctil, sino que, además, introdujo un ecosistema completamente nuevo, el de las aplicaciones. Abrió a todo el mundo la posibilidad de crear servicios a través de sus aplicaciones.
El encaje entre hardware y software, que buscaba ofrecer una experiencia de usuario sencilla y accesible, ha sido otra de las claves del éxito del teléfono.
Aquel primer iPhone llegó en un momento en el que el mercado lo dominaban las BlackBerry y los dispositivos de Microsoft. Pero el verdadero avance llegó cuando Apple ideó en 2008 para su sistema operativo iOS la App Store, que permite a los desarrolladores manufacturar y distribuir aplicaciones propias.
En octubre de 2012, salió una nueva versión del iPhone 4, llamado 4S, siete veces más rápido que el modelo original.
Fiel a su dinámica, Apple presentó un año después el iPhone 5S y el iPhone 5C, que aportaron más colorido y mejores cámaras al sector de los teléfonos inteligentes.
En abril de 2015, salió el AppleWatch, un nuevo dispositivo con el que la compañía pretendía dar un buen mordisco al mercado emergente de los «wearable» (vestibles).
Justo, hace un año, se presentaba el iPhone 7 y ahora, este mes de septiembre, los seguidores de Apple esperan los nuevos iPhone 8.
El pasado junio, Apple, la compañía con la mayor capitalización bursátil de EEUU, informó de que en el segundo trimestre de su ejercicio fiscal, que terminó el 1 de abril, vendió 50,76 millones de esos dispositivos, una cantidad inferior a los 51,2 millones de iPhones vendidos en ese mismo periodo del año anterior.