Revelan en Perú el mayor sacrificio masivo de niños de la historia
ABC
Entre muchas sociedades precolombinas era habitual realizar sacrificios humanos masivos con el fin de contentar a los dioses. Ahora, en la ciudad peruana de Huanchaquito-Las Llamas, una localidad costera del norte del país, acaban de ser hallados los restos de unos 140 niños con edades comprendidas entre los 5 y los 14 años mirando hacia el océano Pacífico. La revista National Geographic, que lanzó la noticia en exclusiva, lo ha calificado como «el mayor sacrificio de niños de América, y probablemente de la historia mundial».
El descubrimiento fue llevado a cabo por el doctor Gabriel Prieto de la Universidad Nacional de Trujillo en el año 2011 mientras dirigía una excavación de emergencia. Mientras el arqueólogo se encontraba trabajando en las cercanías de un templo con 3.500 años de antigüedad, los habitantes de Huanchaquito-Las Llamas le alertaron de que habían aparecido restos humanos cerca de la costa.
«El descubrimiento de un sacrificio infantil a gran escala en la poco conocida y precolombina civilización chimú no tiene precedentes en el continente americano y puede que tampoco en el mundo», explicó Kristin Romey, autora de un artículo sobre el hallazgo en la revista National Geographic.
Entre los restos de los niños y animales sacrificados se han encontrado también huellas de distinta procedencia: de niños, adultos, perros o llamas (estas últimas tienen marcas de deslizamiento, lo que indica que opusieron resistencia). Gracias a esto se ha conseguido averiguar cómo se llevó a cabo el sacrificio. De este modo, ahora sabemos que las víctimas fueron conducidos hacia las cercanías del océano para ser ajusticiadas. Los restos encontrados han demostrado que abrieron el pecho de las víctimas, probablemente para sacarles el corazón.
En el artículo de National Geographic firmado por Romey, Haagen Klaus, antropólogo de la Universidad George Mason, explica que las sociedades asentadas en torno a la costa del norte de Perú comenzaron a sacrificar niños cuando el sacrificio de adultos no era suficiente para detener las constantes alteraciones producidas por el fenómeno climático de El Niño. «La gente sacrifica lo que más valora. Puede que vieran que el sacrificio adulto era ineficaz. Las lluvias continuaban y anegaban las infraestructuras agrícolas de los chimúes. Puede que hubiera la necesidad de probar con un nuevo tipo de víctima», afirmó Klaus.