Anuncios sobre el petro dejan más preguntas que respuestas
Agencias
Tras las medidas económicas anunciadas ayer viernes por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quedó clara la intención del gobierno de ese país de “anclar” su economía, sumida en una profunda crisis, al petro; un criptoactivo creado por el propio estado venezolano a finales de 2017. Pero esta parece ser una de las pocas certezas que se desprenden de los anuncios.
Las medidas establecen un precio para el petro de 3.600 bolívares soberanos (en base al nuevo cono monetario), calculado en correlación con el precio actual del barril de petróleo venezolano ($60). Sin embargo, no se explican los criterios que respaldan este cálculo.
Otros criptoactivos respaldados o estables que se negocian con éxito en el criptomercado, como el dólar tether (USDT), respaldado en dólares, sustentan su valor en reservas líquidas auditables equivalentes a los tokens en circulación. En el caso del petro, el Gobierno venezolano ha señalado que está respaldado por el petróleo del Bloque Ayacucho de la Faja petrolífera del Orinoco. No obstante, estas reservas petroleras aún se encuentran en el subsuelo venezolano y su valor real sólo podrá ser calculado cuando se extraigan, por lo que atribuirle al petro el valor del petróleo hoy, es cuando menos inexacto. Entonces ¿cómo saber cuál es el valor real de este criptoactivo?
El petro, a su vez, se estableció como referencia para fijación de los sueldos y salarios, así como de los precios de productos. Por ejemplo, el salario mínimo obligatorio será equivalente a 0,5 petros. No se aclara si el petro tendrá una utilidad más allá de servir de “marcador” o referencia para el cálculo de los sueldos y salarios. ¿El público tendrá acceso directo al criptoactivo? ¿Existe un mercado para comercializarlo o cambiarlo por moneda fiduciaria? ¿Se podrá pagar en las tiendas con petros?
Hasta ahora, ninguna casa de cambio de criptomonedas ha listado al petro en sus mercados, aunque hay 16 que han sido certificadaspor el Gobierno Venezolano. Además, la primera etapa de venta del criptoactivo, que se realizó de forma privada, cerró en el mes de marzo, pero no se ha dado a conocer públicamente si los tokens fueron liberados y entregados a sus compradores. Por otra parte, en los anuncios se habló de que se aumentará el número de subastas del sistema gubernamental de venta de divisas (DICOM), pero tampoco quedó claro si el petro se incluirá como una de las divisas a subastar.
Algunos expertos, como Aurelio Concheso, afirman que el modelo elegido para los ajustes se tienen similitud con una “Caja de Conversión”, donde se ancla la moneda a algo que preserve su valor como el dólar, el euro, el precio del oro o algo similar. En este caso, no queda claro cómo el anclaje al petro, que a su vez depende de los volátiles precios del petróleo, generará la suficiente estabilidad que la maltrecha economía venezolana necesita. Vale preguntarse si los precios de los productos y los salarios de los venezolanos bajarán y subirán al ritmo de las fluctuaciones del petróleo venezolano y por ende del petro.