Antonio Tajani: Detener a Guaidó sería «una declaración de guerra política»
EFE
El presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, rechazó este jueves una posible intervención militar en Venezuela y aseguró que una posible detención de Juan Guaidó, sería «una declaración de guerra política».
Tajani insistió en las Naciones Unidas en el reconocimiento de las instituciones europeas a Guaidó tal y como establece la Constitución venezolana ya que su proclamación «responde» a la Carta Magna de ese país.
Además, Tajani acusó a Maduro de estar más interesado en el poder que en la situación de los ciudadanos de su país, que están mayoritariamente en su contra, y reiteró su petición de celebración de comicios.
El responsable de la Eurocámara hizo estas declaraciones después de reunirse con el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, con quien habló de «los temas más importantes» y definió el encuentro como muy positivo.
Además de Venezuela, Tajani y Guterres hablaron de Guatemala, donde la situación es «hoy mejor que mañana», así como de otros conflictos como el de Libia o el que estalló esta semana entre India y Pakistán.
Tajani reiteró el compromiso de colaboración entre las instituciones europeas y las Naciones Unidas para la solución de estas problemáticas.
Preguntado acerca del conflicto entre Israel y Palestina, Tajani insistió en la solución de los dos Estados y denunció el ascenso del antisemitismo en Europa, calificándolo de «inaceptable».
Por otro lado, cuestionado por la polémica con el expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, al prohibir una conferencia que tenía previsto dar en la sede del Parlamento en Bruselas, Tajani declaró que él no está «a las órdenes de nadie», solo a las de su conciencia.
Puigdemont y el actual jefe del ejecutivo autonómico catalán, Quim Torra, acusaron a Tajani de censurarlos y de ser una «marioneta» de la derecha española y del ministro de Exteriores, el socialista Josep Borrell.
La conferencia, que pretendía ser de apoyo a los encausados en el juicio del «procés», no se llevó a cabo por motivos de seguridad, después de que un grupo de ciudadanos independentistas ocupó la sede del Parlamento Europeo en Barcelona.