ANÁLISIS| Más republicanos apoyan a Clinton tras el debate con Trump
ABC
El movimiento antiTrump no pudo detener la candidatura del magnate, pero está desgastando sus opciones de llegar a la Casa Blanca. El goteo de fugas republicanas no ha parado desde que Donald Trump fuera elegido candidato a la presidencia en la convención. Es la contrapartida negativa a su orgullosa apelación al número de votantes nuevos que él es capaz de arrastrar. Esta vez ha sido John Warner, el prestigioso y veterano senador por Virginia, quien ha anunciado su respaldo a Hillary Clinton. Warner se suma así a una larga lista de descontentos con «lo que representa Donald Trump», en el que no reconocen al Partido Republicano, según expresión común que estrenó en su día Mitt Romney, el candidato republicano de 2012 e impulsor del movimiento antiTrump.
Entre ellos, también, la familia Bush al completo, aunque hasta ahora sólo haya trascendido públicamente que votará a la demócrata el mayor de la saga, el expresidente George H. W. Bush. Otro de los republicanos destacados que ha anunciado su voto demócrata es Carlos Gutiérrez, quien fue secretario de Comercio con Bush hijo.
La decisión de Warner no es menor por la influencia que puede tener en el resultado final de la votación presidencial en Virginia, uno de los estados llamados «swing» (oscilantes entre demócratas y republicanos, en función de quién sea el candidato), donde las encuestas sitúan hoy a Hillary Clinton ligeramente por encima.
No fue el único apoyo tradicionalmente republicano que este miércoles se decantó por la exsecretaria de Estado, después de su victorioso primer debate. El periódico conservador The Arizona Republic, el de mayor circulación en dicho estado, rompió su larga tradición de respaldar siempre al candidato republicano y anunció su apoyo a Clinton. Su editorial no podía ser más nítido: «Los retos de Estados Unidos requieren una mano preparada, una cabeza fría y pensar antes que actuar. Hillary Clinton lo entiende. Donald Trump, no».
Arizona, uno de los estados con más hispanos y fronterizo con México, podría votar a un demócrata por primera vez desde 1996. Las encuestas están reñidas, tras los insultos de Trump a los hispanos.