Amnistía Internacional exige a Arabia Saudí demostrar que periodista Khashoggi dejó el consulado
EFE
La organización no gubernamental Amnistía Internacional (AI) exigió este viernes a las autoridades de Arabia Saudí pruebas que demuestren que el periodista saudí Jamal Khashoggi abandonó el pasado martes su consulado en la ciudad turca de Estambul, y si no es así que lo ponga en libertad.
Khashoggi, ex gerente general del grupo mediático Al Arab Media Group y columnista del diario estadounidense «The Washington Post», desapareció el pasado martes tras entrar en el consulado saudí en Estambul, ciudad donde se encuentra exiliado desde 2017, según denunciaron sus colegas y amigos.
El consulado emitió ayer un comunicado asegurando que el periodista abandonó sus instalaciones el mismo martes, aunque el Gobierno turco, que convocó al embajador saudí en Ankara para pedirle explicaciones sobre el paradero de Khashoggi, afirma que el intelectual está dentro del recinto consular.
«Las autoridades saudíes deben revelar inmediatamente pruebas que demuestren su afirmación de que Jamal Khashoggi dejó el consulado el martes», declaró la directora de investigación de AI para Oriente Medio, Lynn Maalouf, en un comunicado.
Maalouf señaló que de no presentar esas pruebas las autoridades saudíes demostrarían que las «alegaciones» de que el periodista abandonó el consulado son «completamente infundadas», lo que «sólo exacerbaría la sospecha de que, efectivamente, lo detuvieron y por tanto hubo desaparición forzosa».
«Si ese es efectivamente el caso, deben liberarlo inmediatamente y las autoridades turcas deben asegurarse de que no es devuelto por la fuerza a Arabia Saudí», añadió.
La desaparición de Khashoggi ha generado un gran revuelo en toda la región de Oriente Medio y el diario «The Washington Post» deja la columna del periodista en su edición de hoy en blanco bajo el título «Una voz desaparecida».
AI recuerda que Khashoggi optó por exiliarse en septiembre de 2017 en medio de la ola de arrestos de defensores de los derechos humanos, clérigos, economistas, blogueros y «prácticamente de cualquiera que criticara a las autoridades» en Arabia Saudí.
«Si fuera devuelto a Arabia Saudí, Jamal Khashoggi correría serio peligro dado el patrón de juicios flagrantemente injustos que han llevado a sentencias de cárcel de larga duración e incluso de pena de muerte», añadió.
En ese sentido, AI recordó que otro defensor saudí de los derechos humanos, Mohammed al Otaibi, fue arrestado en mayo de 2017 en Doha cuando se dirigía a Noruega y enviado por las autoridades cataríes a Arabia Saudí, donde fue sentenciado a 14 años de cárcel tras un juicio considerado manifiestamente injusto.