Amnistía Internacional: Derechos de las mujeres en Venezuela
Nota de Prensa
Dentro del nuevo período del mandato de la Misión de Investigación de la ONU es determinante exigir que se incluya una perspectiva de género más minuciosa para que se evidencie las graves violaciones a los derechos humanos que sufren mujeres y niñas y sobre todo se les garantice justicia y reparación a las víctimas
Como parte de la campaña por la renovación y extensión temática de la Misión Internacional de Determinación de los Hechos de la ONU sobre Venezuela, este jueves 17 de septiembre, la Red Temática por los Derechos de la Mujer de Amnistía Internacional Venezuela realizó la conferencia virtual “Derechos de las Mujeres en Venezuela: Necesidad de Justicia, Verdad y Reparación”, donde expertas como Betilde Muñoz-Pogossian, Directora de Inclusión Social en la OEA; Magaly Huggins, Coordinadora de Investigaciones de Una Ventana a la Libertad y Erika Guevara-Rosas, Directora para las Américas de Amnistía Internacional se dieron cita.
Además de la extensión del mandato, Amnistía Internacional busca que la Misión sea fortalecida y cuente con recursos adecuados para continuar con sus investigaciones fundamentales en Venezuela.
Feminización de la migración
El encuentro comenzó con la ponencia de Betilde Muñoz-Pogossian, Directora de Inclusión Social en la OEA, quien resaltó que el impacto de la reciente ola de xenofobia contra los migrantes y refugiados venezolanos ha ido en su mayoría en contra de las mujeres, quienes se están igualando a los hombres en cuanto a la tasa de salida del país para huir de la crisis. “En este contexto las mujeres sufren una triple discriminación: por ser migrante, refugiada y mujer”, dijo la experta.
Las mujeres representan 40% de los migrantes que ingresan a Brasil, mientras que en Colombia son el 49% de las casi 2 millones de personas que han entrado en este país. “Ya las mujeres no se quedan esperando las remesas que envían sus familiares desde el exterior, sino que están tomando la iniciativa en el proceso migratorio”.
Las vulneraciones que sufren las mujeres se acentúan cuando deciden emigrar, entre las que se destacan la violencia de género, el acoso en la calle, la falta de acceso a los sistemas de salud, la explotación laboral en sectores informales y los bajos salarios. “Según la Organización Internacional para las Migraciones del total de la trata de personas, sabemos que las mujeres y las niñas constituyen 71% de las víctimas”.
La expresión máxima de la violencia contra la mujer es el feminicidio que ha ido en aumento en los últimos años, cobrando las vidas de decenas de mujeres venezolanas. La experta añadió que el confinamiento ha aumentado la violencia de género porque obliga a las mujeres a estar las 24 horas del día en casa con el agresor, en el caso de que fuera su pareja u otro familiar.
Indicó que el colapso del sistema de salud público en Venezuela ha obligado a muchas mujeres a partir a países cercanos como Colombia y Brasil para dar a luz a sus hijos en condiciones más seguras que las que brinda su país de origen. Recordó que según el último boletín epidemiológico publicado en 2017 por las autoridades sanitarias, Venezuela registró una tasa de la mortalidad materna que superó el 65% y la mortalidad infantil había aumentado a 21 muertes por cada 1000 niños nacidos vivos.
“Las mujeres embarazadas en Venezuela carecen de atención prenatal, controles regulares, accesos a vitaminas y vacunas prenatales, pruebas de tétano, desnutrición y enfermedades de transmisión sexual, cuyo despistaje forma parte del protocolo estándar en la mayoría de los países de la OEA”.
Mencionó la falta de acceso de anticonceptivos para las mujeres. Por una parte son muy costosos y por otra el Estado ya no los pone a disposición de manera gratuita como lo hacía antes, lo que ha repuntado los niveles de mortalidad materna y embarazos adolescentes. “Nos preocupa que como consecuencia de esta situación, la mayoría de embarazos no deseados terminan en abortos inseguros practicados en instalaciones clandestinas que ponen en peligro la vida de la mujer”, dijo Muñoz-Pogossian.
Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas, Venezuela tiene la tasa de embarazo adolescente más elevada de la región, pues 1 de cada 4 bebés nacen de madres adolescentes. Con estos datos el país se iguala a estadísticas de naciones africanas y supera en 20 puntos a países en precariedad como Haití.
Desde la OEA, la experta indicó que buscan incentivar a los países a que construyan mecanismos para la regularización e inclusión socioeconómica de las mujeres venezolanas en los países receptores, otorgando vías legales para la residencia, visas humanitarias o estatus de protección temporal o incluso permanente.
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