Amirpour: El género fantástico permite a las mujeres ser libres
EFE
La cineasta Ana Lily Amirpour, que esta noche abre la 54 edición del Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges con el filme «Mona Lisa and The Blood Moon», considera que «el género fantástico permite a las mujeres ser libres, porque en sus películas permite que suceda cualquier cosa».
Amirpour hizo este jueves las delicias de fotógrafos y cámaras con su mascota, un pequeño perrito que en la mesa de la conferencia de prensa contaba incluso con rótulo propio, «Bennie», y que asistía impasible a los requerimientos de los flashes.
«Mona Lisa and The Blood Moon» sigue al personaje interpretado por la actriz coreana Jeon Jong-seo, una joven norcoreana dotada con habilidades telequinésicas que huye del sanatorio en el que ha estado encerrada diez años y esa huida coincide con la luna llena, bajo la cual se va encontrando con diferentes personajes de la Nueva Orleans nocturna y se enfrenta a la policía que la busca.
La directora, que acepta que su película pueda ser vista como «una fantasía optimista», argumenta que viendo lo que hay a nuestro alrededor, intenta «ver lo que hay de belleza en este caos» en el que, según ella, está sumergido el mundo.
Cuando la prensa le preguntó si su película podía ser calificada de feminista, Amirpour, muy expresiva, respondió: «Tenemos tetas y vagina, no hace falta decir nada más», y dijo a continuación que su filme es «inclasificable».
«Creo que todas las mujeres nacemos feministas y la igualdad se conseguirá el día en que se pregunte a los hombres cineastas también sobre qué representa hacer películas como hombres», sentenció, antes de preguntar a los periodistas si se habían imaginado ser del sexo opuesto.
Cuando la improvisada encuesta ha arrojado el resultado de una mayoría de mujeres respondiendo que sí, Amirpour subrayó: «El amo nunca se imagina cómo es el esclavo, es el esclavo el que se imagina cómo es el amo».
Amirpour creció, según confesó, viendo películas de superhéroes que salvaban el mundo, pero con su largometraje ha intentado presentar a «una superheroína que no trata de salvar al mundo, solo intenta habitarlo», y se preguntó hasta qué punto sería más útil tener superhéroes que nos ayuden a estar en este mundo.
Comenzó a escribir «Mona Lisa» cuando estaba montando su anterior cinta, «Amor carnal», y todo empezó con la imagen de una chica encarcelada, con la necesidad de narrar una historia sobre la búsqueda de la libertad, una libertad que llega con la luna llena.
«Siento una profunda conexión con la luna, es casi brujería para mis hormonas; y en este caso me gustaba la idea de que la luna sacara al animal que llevamos dentro, pero no quería una bestia cubierta de pelo, un hombre lobo, sino una chica que lleva mucho tiempo encerrada y adormilada y a la que la luna la despierta», explicó.
El escenario, en este caso Nueva Orleans, se convierte en un personaje más de la película, algo que es habitual en la filmografía de Amirpour: «Es un lugar incomparable, no hay ninguna otra ciudad igual en Estados Unidos, es una combinación de comida, sexo, alcohol, y al mismo tiempo es una ciudad muy diversa, donde la música desempeña un papel importante y el clima marca el ritmo de la ciudad».
Aunque la música es determinante en la narración, Amirpour no ha escogido el sonido country de Nueva Orleans -«no es un documental»- y ha preferido puntear las escenas con heavy metal o música dj, porque «cada personaje tiene su propia música».
A pesar de que se trata de una película de género fantástico, la directora no ha recurrido a los habituales efectos especiales que colorean este tipo de cine y para los momentos en que Mona Lisa pone en marcha sus poderes ha echado mano del «dolly zoom» o retrozoom, que combina un zoom atrás con un desplazamiento hacia adelante de la cámara, también llamado «efecto Vértigo» por su uso en esta película por Hitchcock.
Ana Lily Amirpour hizo la película antes de que estallara la pandemia, pero observa la coincidencia de que «la protagonista está confinada y de repente se levanta», por esta razón cree que «no hay mejor momento para ofrecer al público esta película».
No ha querido dar muchas pistas Amirpour sobre su próximo trabajo, pero no ocultó que tiene «muchas ganas de hacer una secuela, porque ‘Mona Lisa’ es una historia hermosa y lo vale» y el espectador se queda con esa frase que un camello que recoge a la joven le lanza al despedirse de ella en su coche: «Nos vemos en la secuela».