Ameba “comecerebros”: ¿qué es y por qué afecta más a niños?
Agencias
Todo lo que tienes que saber sobre la ameba ‘comecerebros‘. Solo se tiene constancia de poco más de 400 casos de meningoencefalitis.
¿Qué es la ameba comecerebros?
Se trata de una infección del sistema nervioso central que es causada por la ameba de vida libre Naegleria fowleri, que tiene capacidad patógena y puede colonizar el sistema nervioso central tras penetrar por el epitelio neuro-olfatorio. Se denomina “comecerebros” porque tras entrar en el organismo a través de la nariz, las amebas migran hacia el cerebro y allí segregan unas enzimas que degradan este órgano provocando lesiones y hemorragias que pueden causar la muerte del paciente entre las 24 h y 72 h.
¿Dónde se contrae?
Los lugares en los que esta ameba prolifera y está más presente son “aguas de recreo cálidas tales como pueden ser los lagos, las lagunas, las piscinas no tratadas, etc”. Según el experto, practicar deportes de riesgo en este tipo de aguas y actos como sumergirse o zambullirse en ellas son factores de riesgo que pueden provocar el contagio por la entrada de esta ameba en el organismo.
¿Qué síntomas causa?
Cuando aparecen las lesiones y las hemorragias se manifiestan también con síntomas como dolor de cabeza, fiebre alta, rigidez de cuello que posteriormente deriva en parálisis, convulsiones y finalmente puede llegar a causar la muerte. Estos síntomas son propios de la encefalitis. “Esta enfermedad es letal en más del 98% de los casos. De hecho solo han sobrevivido 13 pacientes en el mundo”, afirma Jacob Lorenzo Morales.
¿A quiten afecta más?
Esta enfermedad afecta más a niños menores de 12 años: “esto se debe a que tienen un sistema inmune aún en desarrollo”, explica Morales. Sin embargo, los ancianos también son población de riesgo, ya que sus defensas son más débiles para afrontar las consecuencias de la infección por esta ameba.
¿Qué tratamiento existe para esta enfermedad?
Ante una infección de “ameba comecerebros” el tratamiento al que se recurre es a la anfotericina B, un antibiótico y antifúngico que consiste en un cóctel de antifúngicos, antimicrobianos y antiparásitos que tienen como objetivo detener el avance de la ameba para evitar la muerte del paciente. Sin embargo, la anfotericina B no está exenta de efectos secundarios, ya que resulta tóxica, en mayor o menor medida en función de la dosis recibida, para el hígado y el riñón.
Como decíamos, se trata de una enfermedad rara que tiene una elevada tasa de mortalidad, sin embargo, el caso de la niña de la provincia de Toledo abre camino a la esperanza, ya que ha logrado sobrevivir y a este respecto el parasitólogo de la Universidad de La Laguna tiene claro que el trabajo en equipo de todas las entidades y profesionales involucrados ha sido clave para que este caso haya tenido como resultado salvar la vida de la paciente.
¿Qué precauciones se pueden tomar para evitar su contagio?
“La prevención es la clave”, así de rotundo se muestra Morales, que explica que en Estados Unidos y Australia ya se ponen carteles en aguas no tratadas para advertir del riesgo y del posible contagio y argumenta que sería lógico que en las zonas susceptibles de proliferación de Naegleria fowleri se controlara su presencia. “Debería debatirse si es necesario mayor control sobre las aguas, ya que por lesgislación solo lo cumplen México y Australia, además de invertir en investigación de nuevos fármacos frente a estas amebas”, concluye.