Almagro denuncia situación de presos políticos en Venezuela y pide defender la democracia
EFE
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, dijo este miércoles que la «defensa de la democracia» ha dejado de ser un «asunto interno» y denunció que en Venezuela llevan a juicio a los presos políticos para «mostrar que lo han torturado salvajemente y para que muera unas horas después».
En una conferencia en el Ministerio de Exteriores en Quito aludió al caso de los presos políticos venezolanos y afirmó que «no hay traslado de acusación, no hay instrucción fiscal, los casos no se presentan a juicio».
«A veces, solo los llevan a juicio para mostrar que lo han torturado salvajemente y para que muera unas horas después», indicó al hablar de que «la ideología tiene que ser existencialmente funcional», «dar fortaleza a la defensa de la democracia», un principio que es «responsabilidad interamericana e internacional».
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) comenzó este miércoles una visita de dos días a Ecuador para participar en la inauguración de la VII Reunión de Ministros en Materia de Seguridad Pública de las Américas (MISPA).
Por la tarde, tras reunirse en privado con el presidente Lenín Moreno, Almagro habló ante un selecto grupos de diplomáticos ecuatorianos y destacados invitados, a quienes recordó que si bien la Carta de la OEA habla del no-intervencionismo en los asuntos internos, «la defensa de la democracia hace tiempo que dejó de ser un asunto interno».
«La defensa de la democracia está establecida en artículo 20, que le da a cada Estado miembro la posibilidad de denunciar y llamar al Consejo Permanente por la alteración del orden constitucional en cualquiera de los Estados, y le da la misma potestad al secretario general», recordó.
Evocó asimismo un discurso de 1826 del libertador Simón Bolívar, quien -aseguró- ya entonces «pretendía obligar a las naciones de este Hemisferio a que fueran democráticas».
En su conferencia, hizo un repaso a los principios que deben guiar la democracia y señaló la «corrupción», la «impunidad», la «desigualdad» y la «violencia», como algunos de los principales obstáculos a su verdadera consecución.
«Tenemos que tener cada vez mejores instrumentos para luchar contra la corrupción», precisó el secretario general, quien pidió una «respuesta cabal» de la justicia para apuntalar una «fuerte respuesta en la lucha contra la corrupción».
«No hay peor sensación que cuando la sociedad es injusta», insistió a la hora de pedir soluciones.
También abundó sobre la necesidad «reducir la violencia», porque «de las veinte ciudades más violentas del mundo quince son por lo menos del Hemisferio».
«Los latinoamericanos nos matamos, nos asesinamos entre nosotros» como «ningún otro grupo de seres humanos» en el planeta, y reveló que el continente contribuye al mundo con «el 38 por ciento de los homicidios»: «¡Imagínense la desproporción con nuestra contribución al PIB o al comercio del mundo!».
Asimismo, exhortó a gestar «instituciones más fuertes» para ofrecer seguridad al ciudadano, ya que «sin eso es imposible pedirle que tenga compromiso con la democracia».
Y abogó por condiciones de «desarrollo» y eliminar «los problemas estructurales» para fomentar la «igualdad», porque de lo contrario «vamos a seguir siendo el continente más desigual de todos» y «nuestra democracia será eternamente imperfecta».