Alexandra de Dinamarca dejará de recibir su sueldo público
Agencias
En marzo de 2007, Alexandra de Dinamarca, de entonces 42 años, se casó con el fotógrafo danés Martin Jörgensen, de entonces 28 años. Un hecho histórico pues este matrimonio en segundas nupcias -después de divorciarse del Príncipe Joaquín- supuso la renuncia de la princesa a la Familia Real (perdió su título y a partir de entonces había que referirse a ella como Alexandra Christina, condesa de Fredriksborg) y la pérdida también de ciertos privilegios.
Alexandra renunció a todo por amor y prefirió perder dinero, prestigio y títulos para volver a casarse. De todos era sobradamente sabido, y así lo estipulaba su contrato de divorcio, que si Alexandra volviera a casarse, perdería su importante «apanage», o sueldo real, su título de Alteza Real y de princesa y pasaría a ser, según el protocolo, una persona sin distinciones o preferencias.
A pesar de todo, la exmujer de del Príncipe Joaquín pudo disfrutar de una pequeña subvención del Estado libre de impuestos, según dispuso el Parlamento en noviembre del año 2004, mantuvo la custodia de sus hijos y pudo seguir viviendo con su flamante esposo en Österbro, residencia que la Reina Margarita le compró tras su ruptura con Joaquín.
Una subvención que perderá este miércoles, pues el Príncipe Félix -el segundo hijo y el más pequeño fruto de su matrimonio con Joaquín- cumple 18 años y por lo tanto, Alexandra dejará de recibir el sueldo (250.000 euros) que cobraba por haber sido miembro de la Casa Real.