Alexandra Braun: “Quiero que me vean como una actriz”

Alexandra Braun quiere quitarse la etiqueta de miss. A pesar de tener 15 años en el medio y 4 estudiando actuación, la oportunidad de demostrar sus cualidades en una telenovela llegó con Amor secreto, versión libre de Inés Duarte, secretaria escrita por César Sierra, que se estrenó ayer en Venevisión.

Debuta en la pantalla chica con el papel antagónico de Alejandra Altamirano, una mujer ambiciosa. Comparte créditos con Miguel de León, Alejandra Sandoval y Juan Carlos García, a quienes considera un gran apoyo.

“Estoy muy ansiosa, tengo muchas expectativas con los resultados. Antes de la audición pensaba en tirar la toalla si no quedaba… ¡Y me escogieron! Lo estoy disfrutando muchísimo. Agradezco a Venevisión que me haya tomado en cuenta”, afirma.

Quedan dos semanas de grabación y luego descansará. Se dedicará a su línea de accesorios DiBraun y al programa de radio Por partida doble, que conduce con su hermana Karina por Play 95.5 FM. En septiembre viajará a Los Ángeles para filmar Exchanges, con la dirección de Alain Maiki.

—Ahora que está dentro de la industria de producción de dramáticos, ¿cómo ve la situación?
—Los artistas se han visto muy afectados por la crisis del país. Mucho talento se ha ido porque no hay producciones. A pesar de todo eso, sigo creyendo en Venezuela.

—¿Piensa en la internacionalización?
—Esa es la meta de cualquier artista, pero yo estoy aprovechando las oportunidades que tengo aquí. Amo mi país, aunque si no existen posibilidades de trabajo no se puede hacer mucho. Es muy triste. Ya tengo 15 años en el medio y estaba trabajando en la animación porque en la actuación no salía nada. Este año se estrenó la película Hasta que la muerte nos separe (filmada en 2011) y ahora también la telenovela Amor secreto. Los astros se alinearon para que este fuera mi año como actriz.

—¿Qué puede decir de Alejandra Altamirano?
—Alejandra Altamirano es muy ambiciosa, le gusta mucho el poder, el dinero. Va a hacer todo lo posible por obtenerlo. Usa su sensualidad para lograr lo que quiere. Ella es una artista del engaño. No estoy haciendo el papel de una mala mexicana porque la gente no se cree eso, sino una para que el público diga: “Ella no es tan mala”.

—¿Se inspiró en alguna villana en particular?
—Una que me encantó por lo fría e irónica fue Miranda Priestly, la de Meryl Streep en la película El diablo viste a la moda. Era una mujer mala, pero no de esas que son obvias. Otra malvada estupenda era Xica da Silva.

—Dos malvadas fuera de lo común.
—Sí, y eso sirve para quitar las etiquetas a las que los artistas estamos condenados, como esa de que si eres miss solo puedes hacer de buena o de modelo. Tengo cuatro años estudiando actuación. Quiero que me vean como una actriz, no como una modelo.

—¿Cómo fue su relación con el resto del elenco de Amor secreto?
—Era como la mascota grande del grupo. Era la nueva, la debutante, a pesar de que tenía algo de experiencia. Es muy distinto trabajar en una telenovela porque tienes que estar pendiente de todo: de las cámaras, las luces, las señales, de no tapar a tus compañeros. El nivel de concentración que debes tener es muy grande. Al principio, Miguel fue una pieza fundamental. Tuvo mucha paciencia conmigo, al igual que Juan Carlos y Alejandra. No hemos tenido problemas de divismo, todos somos muy responsables. Ha sido una bendición trabajar en ese equipo.

—¿Qué viene para usted después de la telenovela?
—Voy a descansar porque trabajar en un dramático es agotador. No dejé nunca de ir a la radio ni de animar, así que dividirme entre las tres cosas fue una prueba de fuego, ya superada. Voy a retomar DiBraun, que viene con una colección muy chévere. También, entre septiembre y octubre estaré en la ciudad de Los Ángeles para filmar una película llamada Exchanges, dirigida por Alain Maiki. Y a finales de este año regresaré al teatro, junto con Adrián Delgado.

Amor secreto
Venevisión
Lunes a viernes, 9:00 pm