Alemania recibirá hidrógeno verde de Canadá desde 2025
EFE
En el último día de la visita del canciller alemán, Olaf Scholz, a Canadá, ambos países firmaron este martes un acuerdo por el que el país norteamericano empezará a suministrar hidrógeno verde a Alemania a partir de 2025.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y Scholz firmaron el acuerdo en la isla de Terranova, en la costa atlántica de Canadá, cerca de donde está previsto que se construya un parque eólico que generará la electricidad necesaria para la producción del hidrógeno.
Los dos países firmaron el acuerdo a pesar de que Canadá todavía no tiene en marcha ninguna planta para producir hidrógeno.
En un comunicado, el Ministerio de Recursos Naturales de Canadá aludió a la invasión de Ucrania y los intentos de Rusia de utilizar la energía como un arma como un incentivo para «acelerar la transición global a energías limpias».
Tras finalizar la visita de Scholz a Canadá, Trudeau señaló en su cuenta de Twitter que «Canadá puede ser el proveedor fiable de energía limpia» que el mundo necesita para alcanzar el objetivo de las emisiones cero, y puso como ejemplo el acuerdo firmado con Alemania para el suministro de hidrógeno.
Con anterioridad, también este martes, las autoridades canadiense firmaron dos acuerdos con Volkswagen y Mercedes-Benz que aseguran a los dos fabricantes automovilísticos alemanes materias primas para la producción de baterías y vehículos eléctricos.
Trudeau calificó de «éxito» la visita de tres días de Scholz a Canadá y dijo en un comunicado que los dos países están unidos por sus «valores comunes, lazos interpersonales y el compromiso a construir un futuro limpio con buenos empleos para la clase media».
La visita de Scholz a Canadá ha estado centrada en el terreno energético y la invasión rusa de Ucrania.
El lunes, el canciller alemán agradeció a Trudeau que haya permitido el envío a Alemania de una turbina necesaria para el funcionamiento del gasoducto Nord Stream 1, con el que Rusia suministra gas a Berlín.
El envío de la turbina había sido paralizado inicialmente por las sanciones económicas canadienses contra Rusia por la invasión de Ucrania.
Pero a pesar de las protestas de las autoridades de Kiev, finalmente Canadá accedió, a petición de Berlín, a enviar la turbina a Alemania.